La violencia en Reynosa ha cobrado una nueva víctima, esta vez un empresario y activista conocido en la región. El cuerpo de José Gabriel Hernández fue hallado en el interior de una camioneta en un canal desalinizador del fraccionamiento Lomas Real de Jarachina Sur, lo que ha generado una ola de consternación entre los habitantes de la zona.
Los hechos ocurrieron durante la noche, cuando personal de Protección Civil recibió un reporte sobre una camioneta Pick Up de color blanco que parecía abandonada en el canal desahogador ubicado en la calle San Javier. Al llegar al lugar, los cuerpos de emergencia notaron que el vehículo presentaba impactos de arma de fuego en el cristal del lado del copiloto. Al ingresar para realizar las maniobras de rescate, descubrieron que dentro de la unidad se encontraba el cuerpo de Hernández, quien ya no mostraba signos vitales.
El equipo de rescate notificó a las autoridades, quienes acordonaron el área para llevar a cabo las investigaciones pertinentes. Agentes de la Policía Investigadora y personal de Servicios Periciales se presentaron en la escena para recopilar evidencias y autorizar el levantamiento del cuerpo. Se constató que Hernández había recibido más de tres impactos de bala, lo que sugiere que el ataque fue deliberado y violento.
Este trágico suceso se da en un contexto complicado para el empresario. Hernández había sido víctima de una privación ilegal de la libertad en el pasado, lo que llevó a que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas le otorgara medidas de protección que, sin embargo, le fueron retiradas hace algunos días por el sistema judicial. Este cambio en su situación ha suscitado preguntas sobre la seguridad de quienes han sido víctimas de delitos en la región y la efectividad de las medidas de protección.
Las autoridades ahora se encuentran en la búsqueda de pistas que puedan esclarecer el móvil del homicidio. Desde la Fiscalía General se han abierto diversas líneas de investigación, aunque aún no se han hecho públicos detalles sobre posibles sospechosos o motivos detrás del ataque. La comunidad mira con preocupación la repetición de estos episodios de violencia que afectan a líderes locales y empresarios.
Lo sucedido ha encendido el debate sobre la seguridad en Reynosa y el papel que desempeñan las instituciones en la protección de ciudadanos que han sido víctimas de delitos. La falta de protección adecuada y el aumento de la violencia generan un ambiente de incertidumbre que afecta tanto a los empresarios como a la población en general.
El asesinato de José Gabriel Hernández no solo es un recordatorio de los peligros que enfrentan aquellos que intentan hacer un cambio en sus comunidades, sino también un llamado a las autoridades para que refuercen las medidas de seguridad y trabajen de manera más efectiva en la prevención de crímenes violentos.
A medida que avanza la investigación, la comunidad de Reynosa espera respuestas y justicia para un hombre que dedicó su vida a mejorar su entorno, pero que se encontró con un trágico desenlace en un contexto de creciente violencia.
