El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, afirmó que el reciente dictamen de la Comisión de Venecia sobre las propuestas para la elección de los vocales judiciales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) subraya que “no hay estándares obligatorios” y advierte sobre los peligros del modelo corporativo que propone que los jueces elijan a sus representantes.
Esta declaración se realizó en respuesta al informe de este organismo consultivo del Consejo de Europa, que identificó problemas de “politización externa e interna” en las dos propuestas que emergen de los sectores progresista y conservador del CGPJ, las cuales sugieren enfoques opuestos. Bolaños destacó que el informe será fundamental en el debate histórico que enfrenta España en torno a la modalidad de elección de los vocales.
El funcionario enfatizó que el dictamen indica que “no hay estándares obligatorios”, lo que permite que diferentes países de la Unión Europea adopten modelos variados, como es el caso de Alemania, donde no existe un CGPJ, o Italia, donde el presidente de la República lo preside. Citó también a Francia, donde algunos miembros son designados por el presidente Emmanuel Macron.
Bolaños defendió que cada modelo debe garantizar la independencia judicial, la cual, según él, está “absolutamente garantizada” en España, respaldada por encuestas realizadas entre jueces y magistrados. Además, señaló que esta es la primera vez que un organismo internacional menciona los riesgos del modelo corporativo defendido por la derecha.
El ministro expresó que su preferencia recae en un modelo democrático, donde la justicia, que emana del pueblo, debe contar con la intervención decisiva del Parlamento. Bolaños abogó por que la elección de los vocales del Consejo se derive de un “gran pacto de Estado” como el establecido en 2001, que asegura un modelo equilibrado y representativo de las diversas sensibilidades de la sociedad española.
Expresó que cambiar este modelo de forma unilateral podría desencadenar una “espiral desastrosa” para el Poder Judicial, recordando que se intentó modificar las mayorías requeridas para la elección del modelo actual, pero esa propuesta no prosperó. Insistió en que cualquier cambio debe contar al menos con el consenso existente desde 2001, lo que se traduce en un CGPJ democrático y plural.
Por último, Bolaños criticó el rol del Partido Popular en el reciente bloqueo a la renovación del CGPJ, señalando que este partido ha obstaculizado el proceso durante un período extendido. Afirmó que el modelo actual ha funcionado eficazmente durante más de 20 años, garantizando la independencia judicial, que es el objetivo principal de todos los modelos en Europa.
Es importante mencionar que el sector conservador ha propuesto que la elección de los vocales judiciales sea realizada por todos los jueces en activo, sin la participación del Parlamento o del Gobierno. En contraste, el bloque progresista sugiere que los jueces participen directamente en la elección, pero con la posterior validación de las Cortes Generales. Sin embargo, el dictamen de la Comisión de Venecia considera insuficiente la propuesta conservadora debido a la influencia de las asociaciones y muestra reservas sobre la propuesta progresista, que dejaría la decisión final en manos de un órgano político.