Los gobiernos de Colombia y Perú han reanudado este jueves el diálogo en medio de crecientes hostilidades por la isla Santa Rosa de Yavarí, ubicada en la triple frontera entre estos dos países y Brasil. Esta disputa se intensificó tras la decisión de Lima de elevar la isla a la categoría de municipio, un movimiento que Bogotá considera como una pretensión de anexión territorial.
Un encuentro clave en la capital colombiana
La ministra de Exteriores de Colombia, Rosa Villavicencio, y su homólogo peruano, Elmer Schialer, se encontraron en la capital colombiana durante una cumbre de países amazónicos. En una reunión paralela, ambos funcionarios expresaron su compromiso de “trabajar conjuntamente para asegurar la navegabilidad en el río Amazonas” y atender las necesidades de las comunidades fronterizas. Este diálogo se realizará en un clima de cordialidad y respeto, algo que llama la atención considerando las tensiones recientes.
El próximo encuentro de la comisión mixta permanente para la inspección de la frontera colombo-peruana está programado para el 11 y 12 de septiembre en Lima. Esta cita fue anunciada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha estado al frente de esta controversia, acusando a Perú de “copar un territorio que es de Colombia”. La respuesta del gobierno peruano no se hizo esperar, manifestando su “más firme y enérgica protesta”.
Reacciones y consecuencias
El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Eduardo Arana, aseguró que “no existe discusión alguna” sobre la creación del nuevo distrito de Santa Rosa, argumentando que se realizó “en uso de las potestades y atribuciones que le confiere la Constitución”. Este nuevo desarrollo añade una capa de complejidad a la ya frágil relación entre ambos países, que históricamente han compartido la Amazonía pero también han enfrentado disputas territoriales.
Ambos gobiernos han reafirmado su intención de mantener el diálogo, un esfuerzo crucial para garantizar la estabilidad en la región y evitar que las tensiones se conviertan en un conflicto mayor. La realidad es que la situación actual requiere atención inmediata y soluciones efectivas que respeten la soberanía de ambos países mientras se busca un camino hacia la cooperación.
