La Comunidad de Madrid ha solicitado la renuncia del ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, tras sus recientes declaraciones en las que reconoció el “dolor e injusticia” ocasionados durante “La Conquista” hacia los pueblos originarios de México. Este pronunciamiento ha generado un fuerte rechazo entre algunos sectores de la sociedad española.
Miguel Ángel García Martín, portavoz del gobierno regional liderado por Isabel Díaz Ayuso, criticó duramente a Albares, describiéndolo como “el peor representante que ha tenido nuestro país” y “el peor ministro de Exteriores”. García Martín exigió que el canciller se retracte de sus palabras, sugiriendo que su falta de conocimiento sobre la historia de España lo inhabilita para el cargo.
El portavoz también afirmó que España “no merece” un gobierno que “desprestigia” su historia y que “habla mal de lo que ha sido y es” el país, así como de la “alianza que tenemos con cada uno de los países de Hispanoamérica”. Estas declaraciones subrayan un creciente malestar en ciertas esferas políticas respecto a la postura del gobierno español hacia su legado histórico.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, también se pronunció sobre el tema, rechazando la idea de pedir perdón. En sus redes sociales, afirmó: “Que pidan perdón por lo que hacen ellos ahora. Yo no me voy a avergonzar de la Historia de mi país”. Su comentario refleja un desdén por la actual administración y su enfoque hacia la historia nacional.
Por otro lado, el exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, calificó las palabras de Albares como un “error histórico” y una falta de perspectiva. Recordó que, según los registros históricos, Hernán Cortés llegó a Veracruz en 1519 con un contingente muy reducido, lo que no pudo haber debilitado significativamente a los aztecas, uno de los imperios más poderosos de América en ese momento.
García-Margallo también destacó que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue creada como un legado de la universidad española, sugiriendo que es importante reconocer tanto los logros como los errores del pasado para poder avanzar de manera constructiva.































































