La Costa Verde, en el distrito de La Perla, Callao, ha pasado de ser una vía prometedora a un foco de peligro evidente para quienes la transitan. A más de dos años de la inauguración de su primer tramo en la avenida Santa Rosa, la carretera presenta serias deficiencias: ausencia de señalización, mala iluminación y acumulación de basura que amenazan la seguridad de los conductores.
Inseguridad y condiciones deficientes
Durante un recorrido realizado por Latina Noticias, varios conductores expresaron su creciente preocupación por las condiciones de la vía. Un usuario destacó que “falta señalización, definitivamente, sí. Iluminación y que haya un policía siempre ahí.” Otro frecuente visitante de la Costa Verde comentó que “full tráfico, todos los días. Y sí, le falta bastante señalización e iluminación.” Las quejas se centran principalmente en la falta de luz y avisos claros que orienten el tránsito.
Un conductor subrayó la oscuridad que predomina en la zona, afirmando que “es muy oscuro, falta señalización y más luz.” Además, los usuarios señalaron que, en horarios nocturnos, la vía se encuentra desierta, lo que aumenta los riesgos de accidentes.
Promesas incumplidas y abandono
La Costa Verde fue inaugurada a finales de noviembre de 2022 como parte de un proyecto que prometía tres carriles por sentido, una ciclovía, defensas marinas, áreas verdes y señalizaciones completas. Sin embargo, dos años después, las condiciones son alarmantes: vallas destruidas, falta de reflectores y pintura borroneada en las señalizaciones.
El ingeniero de Transportes, Omar Bueno, confirmó los problemas que enfrenta la vía: “Las señales de tránsito no son notorias. Faltan los protectores y el mantenimiento general. Sería recomendable reforzar la señalización en el piso.” La ausencia de elementos reflectantes y señalética vertical adecuada dificulta la visibilidad, especialmente durante la noche.
En agosto, se registraron al menos tres accidentes graves en este tramo. Los expertos advierten que, a pesar de ser una vía rápida con un límite de 80 kilómetros por hora, muchos vehículos superan esa velocidad por la falta de reductores y elementos de advertencia visibles. “Lo ideal sería emplear tachas reflectantes para reducir la velocidad, ya que los reductores convencionales no son compatibles con vías rápidas,” agregó Omar Bueno.
Intervenciones limitadas y promesas de mejora
El Gobierno Regional del Callao indicó a Latina Noticias que la vía permanece en proceso de arbitraje, lo que limita las acciones que pueden realizar. Actualmente, solo se pueden llevar a cabo tareas puntuales como restablecer la iluminación y mantenimiento superficial. Hasta el momento, estas acciones han resultado insuficientes para revertir el deterioro.
La entidad regional aseguró que antes de que finalice el año se instalará nueva señalización y se garantizará el funcionamiento de la iluminación a lo largo de todo el tramo. Sin embargo, mientras esto sucede, los conductores continúan expuestos a una infraestructura vial que se ha convertido en un escenario recurrente de accidentes, representando más un riesgo que un beneficio para la conectividad en la costa del Callao.