El Congreso de la Ciudad de México ha tomado una postura oficial en solidaridad con Palestina, apoyando el llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la jefa de Gobierno Clara Brugada Molina, quienes exigen un cese inmediato de las hostilidades en el conflicto entre Palestina e Israel. Este pronunciamiento sitúa al órgano legislativo en el centro de un debate internacional, al calificar la situación en Gaza como una crisis humanitaria sin precedentes, instando al gobierno federal a actuar con determinación en foros multilaterales.
Durante la discusión, la diputada Diana Barragán Sánchez (PT) cuestionó: “¿Dónde está la humanidad cuando los hospitales se convierten en fosas comunes, hay niñas y niños atrapados bajo los escombros y la hambruna se ha usado como arma de guerra?” Resaltó que existen más de 60 mil razones para clamar “ya basta” y apoyar un alto al fuego inmediato.
La discusión no estuvo exenta de controversia, mostrando las diferentes visiones que existen sobre el conflicto. El diputado Raúl de Jesús Torres Guerrero (PAN) argumentó que no se debe simplificar el conflicto como un asunto religioso, sino abordarlo como un complejo problema geopolítico que se ha desarrollado durante siglos. Advirtió contra etiquetar al Estado de Israel como “genocida” y pidió evitar sesgos que puedan beneficiar a grupos que, según su perspectiva, actúan como terroristas y oprimen a su propio pueblo.
Entre los puntos clave del acuerdo aprobado, el Congreso exhortó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a adoptar medidas concretas, que incluyen:
- Fortalecer la participación de México en organizaciones internacionales como la ONU.
- Impulsar acciones diplomáticas contundentes para detener la violencia de inmediato.
- Garantizar la protección de la población civil atrapada en el conflicto.
- Reafirmar el compromiso de México con un orden internacional basado en la paz, la justicia y el respeto a los derechos humanos.
Los legisladores que apoyaron el acuerdo describieron la situación en términos severos. El diputado Juan Estuardo Rubio Gualito (PVEM) la definió como “un genocidio transmitido en tiempo real, un crimen contra la humanidad que pretende ser normalizado”, enfatizando la devastadora crisis humanitaria en la Franja de Gaza, que ya ha dejado más de dos millones de desplazados.
El llamado a la acción diplomática por parte de México va más allá de una simple declaración de solidaridad. Los legisladores instaron a la Cancillería a actuar con valentía y autoridad moral, utilizando la historia diplomática del país para alzar la voz en foros internacionales y dejar claro que México “no será cómplice del exterminio ni del hambre impuestos como arma de guerra”. Este pronunciamiento del Congreso de la CDMX establece un precedente en la política exterior mexicana, alineando a los legisladores capitalinos con la visión del gobierno federal y sumándose a una creciente corriente de opinión internacional que exige el fin de las hostilidades.
