Recientemente, salieron a la luz contratos millonarios vinculados a la familia del exalcalde Francisco Chíguil, quien ahora asume el cargo de senador por la 4T. Este nuevo escándalo de corrupción se enmarca en la alcaldía de Gustavo A. Madero, donde se ha evidenciado la participación de la familia Chíguil en negocios millonarios.
La investigación de LatinUS revela que Francisco Chíguil permitió a su hermano, Saúl Chíguil, realizar contratos por un total de 119 millones de pesos durante su gestión de cuatro años, hasta que dejó el cargo para apoyar la campaña de Clara Brugada para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Los contratos en cuestión pertenecen a tres empresas que fueron creadas específicamente para operar en la administración de Chíguil a partir de 2020, donde Saúl es el socio mayoritario o presidente. Para los habitantes de Gustavo A. Madero, este tipo de prácticas no son sorprendentes, dado que siempre se sospecharon los enjuagues del exalcalde.
La situación se complica aún más al mencionar a Jorge Luis Fernández Barragán, quien actuó como el administrador clave en la obtención de contratos que suman casi 120 millones de pesos. Este individuo fue representante legal de Mantenimientos y Construcciones Especiales JJJ, donde Saúl ocupa el puesto de presidente. A través de esta empresa, lograron contratos por 90 millones de pesos con la alcaldía que gobernaba su hermano.
Además, Fernández Barragán también ha sido identificado como representante legal de Erika Montserrat Gutiérrez, quien entre 2020 y 2024 recibió contratos por aproximadamente 19 millones de pesos. Este entramado de corrupción parece estar extendido en el partido Morena, donde otros personajes como Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña también están relacionados con casos de corrupción.
Este escándalo podría ofrecer una oportunidad a Omar Hamid García Harfuch para tomar represalias contra Chíguil, quien fue uno de los líderes de la revuelta en Morena que lo excluyó de la carrera por la Ciudad de México, dejándole su curul. Actualmente, García Harfuch tiene bajo su control los sistemas de inteligencia del Estado y el SAT, lo que le permitiría exponer a Chíguil en poco tiempo, aunque esto podría significar una mayor exposición de la corrupción dentro de Morena.
Es importante recordar que la familia Chíguil ya cuenta con un amplio historial de manejos cuestionables del presupuesto, como lo evidencia el hecho de que entre 2015 y 2018, cuando la esposa de Francisco, Beatriz Rojas, fue diputada, mantuvo a su familia en la nómina de Donceles por tres años.
En otro ámbito, el fin de semana el Metro logró mejorar su imagen durante el Gran Premio de México de Fórmula 1, donde los trabajadores se destacaron al trasladar a cerca de 500 mil aficionados, lo que fue reconocido por los asistentes al evento.































































