El recientemente nombrado embajador de México en Italia, Genaro Lozano, se encontró nuevamente en el centro de la polémica tras liderar la celebración del Grito de Independencia en la sede diplomática mexicana. Lozano optó por un traje de charro negro, que incluía una falda-pantalón, lo que provocó una rápida difusión de su imagen en redes sociales y un intenso debate público.
Mientras algunos consideraron su atuendo como un símbolo de orgullo nacional, otros lo criticaron, tildándolo de “improvisado” y “fuera de protocolo”. En la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, los usuarios expresaron que “un embajador debe proyectar diplomacia, no protagonismo”. Sin embargo, defensores de Lozano argumentaron que no hay nada más mexicano que un charro celebrando El Grito en Roma.
Las críticas fueron más allá de su vestimenta, ya que también se cuestionó su nombramiento reciente. Comentarios en redes sociales señalaron su falta de experiencia en el servicio exterior, con uno de los usuarios afirmando: “Ni experiencia ni sobriedad, solo espectáculo”. Otro más hizo una observación sarcástica: “La diplomacia mexicana se viste de charro, pero no de mérito”.
Este debate también se relacionó con acusaciones previas de nepotismo y favoritismo político en torno a su designación, propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum y ratificada por el Senado en agosto de 2025. Aunque Lozano posee un doctorado en Ciencias Políticas y ha tenido una carrera en medios y academia, críticos insisten en que no cumple con la experiencia diplomática requerida para el puesto.
En defensa del embajador, algunos seguidores argumentaron que llevar un traje de charro durante una celebración nacional es un gesto cultural legítimo que acerca a la comunidad mexicana en el extranjero. “Critican hasta lo mexicano; quisieran que se pusiera smoking para que luego digan que es demasiado formal”, comentó un usuario.
La controversia también resonó en el ámbito político, donde algunos legisladores opositores usaron las imágenes para cuestionar la seriedad de la política exterior del gobierno actual. Miembros de Morena defendieron el acto, señalando que mostró cercanía con la comunidad migrante y un “orgullo patrio sin complejos”.
Por ahora, la Secretaría de Relaciones Exteriores no ha emitido un comentario oficial al respecto. Sin embargo, este incidente subraya que cada paso de Lozano en su nueva función está siendo vigilado de cerca y se convierte en un tema de discusión nacional.
En la ceremonia en Roma, Lozano defendió el carácter festivo del evento, afirmando que “la mexicanidad se vive con símbolos, música y orgullo en todo el mundo”. No obstante, la pregunta persiste: ¿fue esta elección un acierto cultural o un error diplomático?