La Cámara de Diputados aprobó recientemente la reforma a la Ley de Amparo, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, con un total de 345 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones, entre ellas la de la diputada Olga Sánchez Cordero.
La votación mostró un respaldo notable de las bancadas de Morena, el PVEM y el PT, mientras que los partidos PAN, PRI y Movimiento Ciudadano se opusieron, argumentando que los cambios propuestos afectan el Estado de derecho. Durante la sesión, se rechazaron también cuatro mociones suspensivas presentadas por la oposición.
Entre los principales cambios de la reforma se destaca la inclusión del concepto de interés legítimo, tanto a nivel individual como colectivo, incluso si la lesión no es “actual” ni el beneficio es “directo”. Además, se restringen las posibilidades de presentar amparos en casos relacionados con el cobro de contribuciones fiscales, permitiéndolos únicamente hasta la publicación de la convocatoria de remate.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, anunció que su grupo parlamentario respaldará tres modificaciones al dictamen, que incluyen ajustes a los artículos 128 y 129, así como la eliminación de la retroactividad, que había sido aprobada anteriormente en el Senado.
Durante el debate, el diputado del PAN, Germán Martínez Cázares, criticó la iniciativa, acusando a Morena de hipocresía al justificar la reforma con el argumento de combatir los privilegios judiciales. “El amparo más cuantioso del país lo promovió el despacho Arámburu-Saldívar y Asociados, contra el Fobaproa”, afirmó Martínez.
Con más de 300 reservas aún por discutir, la sesión continuó en un ambiente de confrontación, con la oposición advirtiendo que la nueva Ley de Amparo debilita los mecanismos de defensa de los ciudadanos frente al Estado.
