El 06 de septiembre de 2025, la Cámara de Diputados se convirtió en un escenario de arte y cultura con la 28a edición del Festival Internacional de Piano “En Blanco y Negro”, organizado por el Espacio Cultural San Lázaro y dirigido por Elías Robles Andrade. Esta edición marca la primera vez que el festival se presenta en este recinto, un logro posible gracias a la colaboración con el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Robles Andrade destacó que el festival es parte de una iniciativa más amplia para acercar la cultura a la población. Desde la inauguración del segundo piso del Espacio Cultural San Lázaro, se ha buscado traer festivales internacionales como este. El apoyo de la Secretaría de Cultura, el Cenart y el Festival Cervantino ha sido crucial para materializar estos eventos gratuitos.
Una noche de melodías inolvidables
La pianista Sofía Sacco, reconocida internacionalmente, fue la encargada de deleitar al público con un repertorio que incluyó obras como Ground de William Croft, Toccata BWV 913 de Johann Sebastian Bach, y Carnaval Op.9 de Robert Schumann. Sacco, originaria de Italia, ha tenido una carrera impresionante, presentándose en más de 100 recitales en diversas ciudades de Europa y Asia, incluyendo el Teatro La Fenice en Venecia y el Palacio de Gohlis en Leipzig.
Además, ha sido galardonada con el Premio Francis Simms y ha ganado el primer premio en el Concurso Internacional de Música Bach y el Concurso Internacional de Piano A. Baldi. Su talento y carisma en el escenario han dejado una huella profunda en cada uno de sus recitales.
Fomentando la cultura y el deporte
Robles Andrade también mencionó que el festival no solo busca promover la música, sino que también planea incluir actividades relacionadas con la cultura física y el deporte. “Como decían los propios griegos, cuerpo sano y mente sana”, enfatizó. Esta visión amplia apunta a integrar diversas formas de expresión artística y deportiva, haciendo de San Lázaro un punto de encuentro para la cultura en México.
El festival “En Blanco y Negro” representa un paso importante en la democratización de la cultura en el país, permitiendo que más personas accedan a eventos de alta calidad de manera gratuita. Sin duda, un ejemplo de cómo la colaboración interinstitucional puede generar espacios de enriquecimiento cultural para la sociedad.