La situación de las barrancas en la Ciudad de México es alarmante, con más de 100 de ellas en condiciones críticas que requieren atención urgente. Según Enrique Pérez Campuzano, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, es fundamental implementar acciones metropolitanas coordinadas para proteger estos ecosistemas de la expansión urbana.
Un intento insuficiente
El Plan Integral de Recuperación de Ríos y Barrancas 2025-2030, presentado el pasado 9 de agosto por el gobierno capitalino, ha sido calificado como un “buen intento”. Sin embargo, Pérez Campuzano enfatiza que la recuperación de las barrancas no se soluciona simplemente con programas o planes: “Desde 2008 se han intentado recuperar las barrancas y aún seguimos en el mismo camino”, señala.
El investigador subraya que se necesita una visión de mediano y largo plazo, así como una política integral que involucre a las alcaldías y a los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México, dado que muchas barrancas se encuentran en los límites de estas entidades.
Financiamiento y acción local
Pérez Campuzano hace hincapié en que es crucial destinar presupuestos que trasciendan los ciclos de gobierno de seis años. “No se puede dejar la gestión de las barrancas a gobiernos temporales, ya que los problemas se repiten y volvemos a empezar de cero”, explica. Para él, es necesario un enfoque a 30 o 50 años que asegure la conservación y recuperación de estas áreas.
Las barrancas son vitales para el ecosistema de la capital. No solo regulan el clima, sino que regeneran el suelo, permiten la infiltración de agua pluvial y son esenciales para la captura de carbono y producción de oxígeno. “Es por esto que deben ser protegidas”, añade.
En los últimos 15 años ha habido intentos de recuperar barrancas con un enfoque metropolitano, pero la implementación de acciones se complica por las diferentes legislaciones y la falta de personal técnico adecuado. “No es que no haya voluntad, sino que faltan los mecanismos necesarios para llevar a cabo estas acciones”, aclara.
Con un Doctorado en Urbanismo por la UNAM, Pérez Campuzano critica la limitada capacidad de acción de las alcaldías en la recuperación de barrancas, ya que gran parte de la responsabilidad recae en la Secretaría del Medio Ambiente.
El plan de la jefa de Gobierno incluye 26 barrancas en las demarcaciones de Álvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Tlalpan y Cuajimalpa. Entre ellas se encuentran las barrancas Atzoyapan, Guadalupe y Jalalpa en Álvaro Obregón; Anzaldo Echanove, Coyotera y Hueyetlaco en La Magdalena Contreras.
Finalmente, el investigador advierte que detener los asentamientos irregulares y sus descargas de residuos podría resolver el 90% de los problemas que enfrentan las barrancas. “Si no se implementan estas medidas, será muy difícil obtener resultados”, concluye Pérez Campuzano.