Alberto Núñez Feijoó, líder del PP, está finalizando un plan migratorio que se espera sea presentado en las próximas semanas, preferentemente este mes de octubre. Este plan incluirá, entre otras iniciativas, la implementación de una “carta de compromiso” que deberán firmar los ciudadanos extranjeros que lleguen a España para residir y trabajar.
De acuerdo con fuentes del partido, la finalidad de esta carta es dejar constancia del respeto a “valores esenciales” como la igualdad, la libertad y el cumplimiento de las leyes españolas. El PP, bajo la dirección de la vicesecretaria de Coordinación Sectorial, Alma Ezcurra, señala que el proyecto tiene un enfoque “liberal y europeo” que se basa en el orden y la legalidad, inspirado por modelos de otros países europeos.
El partido considera que la inmigración es un asunto que va más allá de las ideologías políticas y que debe ser enfrentado de manera transversal. Según su equipo, la izquierda tiende a evitar este debate, mientras que Vox lo exagera al criminalizar a los inmigrantes.
En este contexto, el PP observa con atención las políticas migratorias de naciones cercanas como Alemania y Reino Unido. Recientemente, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció cambios que limitarán los derechos de residencia de los refugiados.
El enfoque del PP se centra en una “integración con exigencias”, que implica aprender el idioma, conocer la Constitución española y respetar los valores fundamentales. La propuesta de la carta de compromiso ya había sido mencionada anteriormente por Mariano Rajoy en 2008, cuando sugirió un contrato de integración para inmigrantes que buscan obtener permisos de residencia.
Feijoó ha afirmado que quienes lleguen a España deben comprometerse a cumplir las leyes y respetar las costumbres locales. Reiteró que aquellos que no cumplan con estas condiciones no podrán permanecer en el país.
Entre las medidas destacadas de este nuevo plan se encuentra la introducción de un visado por puntos, similar al sistema de países como Canadá y Australia. Este visado priorizará la entrada de personas con mejor conocimiento de la cultura española y que deseen trabajar en sectores con escasez de mano de obra. Aunque aún se debe definir el modelo exacto, se mencionan criterios como el dominio del idioma, la formación y la experiencia laboral.
El PP también subraya la importancia de la responsabilidad de los países emisores de inmigrantes, indicando que aquellos que no colaboren con las instituciones españolas perderán privilegios y ayudas.
Además, el partido propone vincular prestaciones económicas, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), a la búsqueda activa de empleo, argumentando que la percepción de ayudas no debe ser el fin ni convertirse en un medio de vida.
En cuanto al control de fronteras, el PP planea limitar las regularizaciones por arraigo y adoptar una política de “tolerancia cero” hacia quienes cometen delitos, incluyendo a inmigrantes regulares. Feijoó ha manifestado que aquellos que incurran en delitos graves perderán automáticamente su residencia.
El partido también aboga por un refuerzo en la frontera sur de Europa, solicitando más recursos y presencia de Frontex, así como un combate firme contra las mafias y la garantía de acuerdos con países de origen y tránsito.
En términos de la gestión de menores no acompañados, el PP exige transparencia y responsabilidad al gobierno central, sugiriendo que este debe garantizar la determinación de edad y asumir la atención de estos menores debido a la saturación de recursos en las comunidades.
Feijoó ha indicado que, de llegar al poder, reformará la Ley de Extranjería y el Código Penal para poder expulsar a cualquier extranjero que declare fraudulentamente su edad.