En un movimiento inesperado, el Partido Verde Ecologista de México ha abierto un debate en el congreso sobre la necesidad de garantizar acceso a baños gratuitos y limpios en todas las gasolineras y estaciones de servicio del país. El diputado Ricardo Astudillo Suárez presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal de Protección al Consumidor, en un contexto donde los ciudadanos exigen mejores servicios además de precios competitivos en combustible.
Esta propuesta surge a raíz de una realidad incómoda: muchas estaciones de servicio en México cobran por el uso de los sanitarios. Astudillo ha señalado que esta práctica afecta de manera desproporcionada a mujeres embarazadas, adultos mayores, transportistas y personas con discapacidad. Para él, el acceso a un baño en una gasolinera debería ser un derecho básico y no estar condicionado a monedas sueltas o a la disposición del encargado.
El plan contempla reformas a varios artículos de la ley mencionada, lo que obligaría a los proveedores a ofrecer baños gratuitos, limpios y funcionales, además de establecer sanciones económicas en caso de incumplimiento. Este cambio legal busca eliminar una práctica que ha estado normalizada durante años y que se ha convertido en un negocio paralelo para algunas estaciones.
La Profeco ya había abordado este problema a través de su aplicación “Litro x Litro”, que no solo informa sobre los precios más bajos de gasolina, sino que también indica qué gasolineras permiten el uso gratuito de los sanitarios y están limpias. Este detalle se ha vuelto crucial para muchos conductores, quienes valoran más el acceso a un baño digno que la existencia de tiendas de conveniencia o servicios adicionales.
Según datos de Profeco, la limpieza de los baños y su acceso gratuito son factores clave para los clientes, ocupando el segundo lugar en importancia después del precio del combustible. Este hallazgo resalta la relevancia de la iniciativa, que responde a una necesidad ya identificada por los usuarios.
Astudillo ha enfatizado que la falta de acceso a baños limpios puede generar riesgos sanitarios. En su discurso, destacó que un baño sucio o inaccesible representa un problema de salud pública, especialmente en viajes largos donde las opciones son limitadas. La propuesta busca evitar que los ciudadanos deban elegir entre pagar por un servicio básico o enfrentarse a situaciones insalubres en la vía pública.
Sin embargo, el debate no se limita al ámbito legislativo. Algunos ciudadanos se cuestionan si esta preocupación es genuina por la salud o si se trata de una estrategia para ganar simpatías de cara a futuras elecciones. El Partido Verde ha sido objeto de críticas por iniciativas que parecen más mediáticas, pero en este caso, la propuesta parece contar con un amplio respaldo popular.
Si la reforma avanza, las gasolineras tendrán que invertir en limpieza y mantenimiento constante. No será suficiente con abrir la puerta de un sanitario; el verdadero reto será garantizar estándares que eviten que un espacio gratuito se convierta en un foco de infección. La clave estará en cómo Profeco supervisa y sanciona a quienes no cumplan, algo que actualmente se hace de manera limitada.
En resumen, la iniciativa conecta con un malestar cotidiano que miles de automovilistas enfrentan diariamente. Al final, contar con un baño limpio y accesible puede marcar la diferencia entre una experiencia de viaje digna y un trayecto incómodo. En un país donde la movilidad se caracteriza por largas distancias y horas de tráfico, cualquier mejora en los servicios públicos es de suma importancia.
