El Ejército de Israel ha ordenado la evacuación total de la población de Ciudad de Gaza, anticipando una gran operación terrestre contra Hamas. Esta decisión, anunciada el martes, marca un punto crítico en el conflicto, ya que es la primera vez que se emite una orden de evacuación masiva desde el inicio de las hostilidades actuales. El coronel Avichay Adraee, portavoz militar, instó a los habitantes a abandonar la ciudad utilizando la carretera costera Al Rashid, que ha sido designada como un corredor humanitario hacia el sur.
Advertencias y preparación para la ofensiva
En su mensaje, Adraee advirtió que “permanecer en la zona es extremadamente peligroso”, enfatizando la determinación de las fuerzas de defensa de derrotar a Hamas. Esta orden afecta a cientos de miles de residentes que ahora enfrentan la difícil decisión de abandonar sus hogares sin garantías de seguridad. En un video compartido el lunes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respaldó esta estrategia, afirmando que “en dos días derribamos 50 torres que usaba Hamas para el terrorismo”.
Netanyahu agregó que esta ofensiva es solo el principio de una maniobra terrestre intensificada en Ciudad de Gaza. Las autoridades israelíes han intensificado sus ataques aéreos, destruyendo varios edificios y causando un incremento en el desplazamiento de familias que buscan refugio en áreas consideradas seguras por Israel.
La respuesta de Hamas y las consecuencias humanitarias
Por su parte, Hamas ha denunciado la orden de evacuación como “un acto explícito de desplazamiento forzado”. El grupo argumenta que los civiles se ven obligados a huir debido a los bombardeos y las amenazas constantes, lo que representa un “desafío flagrante a las leyes internacionales”. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha advertido que Gaza será “reducida a escombros” si Hamas no libera a los rehenes y depone las armas, describiendo la situación como “un huracán sin precedentes”.
Las agencias humanitarias han expresado su preocupación ante el potencial desplazamiento masivo que podría resultar de esta situación, con recursos escasos y refugios limitados. La presión internacional está en aumento, ya que organizaciones advierten sobre el colapso de los servicios esenciales en la región. La evacuación y la intensificación de las acciones militares indican que estamos en una nueva fase del conflicto, donde la población civil enfrenta un futuro incierto en medio de la violencia.
