La reciente batalla legal del expresidente Donald Trump contra el influyente The New York Times ha sufrido un golpe significativo tras la decisión de un juez federal de desestimar la demanda de difamación interpuesta por su equipo legal. Este caso, que busca una compensación de 15 mil millones de dólares, fue considerado por el tribunal como improcedente y carente de los requisitos mínimos establecidos por la ley.
El fallo fue emitido por el juez Steven D. Merryday de la Corte del Distrito Medio de Florida. En su resolución, el juez argumentó que el documento legal presentado, que abarca 85 páginas, no cumple con los estándares de claridad y concisión necesarios. “Una demanda no es un megáfono para relaciones públicas, ni un podio para una apasionada oratoria en un mitin político”, escribió Merryday, quien calificó la presentación como “inadecuada e inadmisible” y repleta de “argumentos tendenciosos”.
La demanda fue registrada por Trump el martes anterior y no solo apuntaba al periódico, sino también a la editorial Penguin Random House. Según los argumentos presentados, una serie de artículos y un libro publicados en 2024 habrían dañado significativamente la imagen pública del exmandatario y afectado negativamente su actual campaña presidencial.
Desde The New York Times, se ha sostenido que los contenidos publicados son correctos y no requieren rectificación. En comunicados recientes, el medio calificó la acción legal como “sin fundamento” y denunció que representa un intento de “intimidar al periodismo independiente”. Por su parte, Penguin Random House también rechazó cualquier acusación de difamación.
A pesar de la desestimación, el juez Merryday dejó abierta la posibilidad de que el equipo legal de Trump presente una versión revisada de su demanda, siempre que se limite a 40 páginas y se ajuste a los parámetros procesales requeridos. El plazo otorgado para esta tarea es de 28 días. Sin embargo, el tono crítico del magistrado sugiere pocas probabilidades de éxito si se repite la estrategia argumentativa original.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reaccionó rápidamente al caso. Su director ejecutivo, José Roberto Dutriz, advirtió sobre los peligros que conllevan este tipo de acciones legales para la libertad de prensa. “Esta acción no busca justicia, sino utilizar los tribunales como arma política para intimidar y castigar a la prensa crítica. Se trata de un ataque directo contra la libertad de prensa”, afirmó.
No es la primera vez que Trump se enfrenta legalmente a The New York Times. En 2018, el periódico publicó una serie de reportajes sobre sus finanzas personales e impuestos, basados en documentos confidenciales, lo que llevó al expresidente a intentar una demanda que resultó en su contra, obligándolo a pagar 400,000 dólares al diario y a tres de sus reporteros para cubrir costos legales.
El fallo reciente se suma a una larga lista de enfrentamientos judiciales que Trump ha mantenido con diversos medios de comunicación desde su salida de la Casa Blanca. Para analistas legales, estas demandas reflejan una estrategia de confrontación constante con la prensa crítica, utilizando los tribunales como un escenario adicional en su lucha política.
Con información de agencias.
