La Iglesia católica en Tabasco atraviesa una crisis significativa ante la escasez de sacerdotes, con solo 175 sacerdotes para atender a aproximadamente 2 millones de feligreses, lo que equivale a un sacerdote por cada 11,428 habitantes. Esta alarmante situación fue confirmada por el obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, quien anunció que en los próximos días se ordenarán 10 nuevos sacerdotes.
El vocero de la Diócesis, Denis Ochoa, detalló que se han admitido cerca de 60 nuevos prospectos para los seminarios, lo que ofrece un rayo de esperanza en medio de esta crisis vocacional. Sin embargo, el problema no es exclusivo de Tabasco. A nivel nacional, la Conferencia del Episcopado Mexicano ha señalado la falta de vocaciones sacerdotales como un fenómeno creciente. Según datos de la Secretaría de Gobernación, a finales de 2024 había 17,449 sacerdotes en todo México, pero el envejecimiento del clero y la disminución de nuevas vocaciones ponen en riesgo la atención en las parroquias.
Las estadísticas globales también reflejan esta tendencia preocupante. De acuerdo con el Anuario Pontificio del Vaticano, en 2024 había 108,481 seminaristas en todo el mundo, lo que representa una caída del 1.3% en comparación con el año anterior. América Latina, en particular, ha experimentado una disminución del 3.2% en el número de jóvenes aspirantes al sacerdocio, una tendencia que se reitera en México.
En este contexto, el obispo Rojas López ha hecho un llamado a la comunidad católica para que recen por las vocaciones de quienes inician su formación teológica en el Seminario Mayor. “Estamos muy contentos, felices porque Dios nos ha regalado este milagro de jóvenes”, expresó Ochoa al referirse a la admisión de nuevos seminaristas.
A pesar de la crisis, la diócesis continúa trabajando para fomentar las vocaciones y atender a la vasta población católica en Tabasco. No obstante, la Arquidiócesis de México advierte que, si la tendencia actual persiste, el futuro podría ser sombrío, con una insuficiencia de ministros para atender las necesidades espirituales de la comunidad.
La situación en Tabasco ilustra una problemática más amplia que afecta a la Iglesia católica en México y en el mundo. La falta de nuevos sacerdotes y el fallecimiento de clérigos sin reemplazo crean un panorama inquietante para los feligreses y la estructura eclesiástica en general.