En Michoacán, la discusión sobre la violencia de género en la música ha cobrado fuerza tras las acusaciones contra el cantautor Christian Nodal, quien se enfrenta a críticas por presunta violencia vicaria y económica hacia su expareja. Legisladores locales del Partido del Trabajo (PT) y del Partido Acción Nacional (PAN) están considerando la posibilidad de legislar para prohibir que se presente música que glorifique o trivialice la violencia de género en conciertos programados en la entidad.
El debate se intensificó ante la inminente presentación de Nodal programada para el 15 de septiembre, cuando algunos grupos feministas han solicitado la cancelación del evento. En contraste, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha argumentado que la agenda legislativa no debe supeditarse a la controversia generada por este caso.
Posturas encontradas en el Congreso
Durante la discusión, el diputado panista Antonio Salas expresó su desacuerdo con la idea de prohibir presentaciones de artistas acusados de violencia de género. “No es cuestión de prohibir presentaciones, sino de evitar que se canten canciones que hagan apología del delito”, afirmó Salas, quien hizo hincapié en que la responsabilidad recae en quienes hayan sufrido violencia para que actúen a través de los canales legales correspondientes.
Por otro lado, el diputado del PT, Reyes Galindo Pedraza, propuso abrir el debate sobre una reforma que aborde estos temas con seriedad. “Todo lo que abone a eliminar cualquier forma de violencia contra las mujeres debe ser considerado”, destacó, señalando la importancia de regular el contenido misógino en la música popular.
Las implicaciones sociales de la música
Galindo Pedraza recordó situaciones previas donde el gobierno estatal intervino para detener presentaciones de artistas vinculados a narcocorridos, como ocurrió con los Hermanos Jiménez en Tierra Caliente. En esos casos, se alcanzaron acuerdos para que los artistas no interpretaran canciones que glorificaran la violencia.
La secretaria técnica del Consejo Estatal del PRI, Edna Martínez Nambo, también se pronunció al respecto, manifestando que la discusión debe separar la vida personal del artista de su obra musical. “Las canciones de Nodal no tienen relación con la violencia vicaria. Es un tema de personas y debe haber denuncias específicas”, concluyó.
Martínez Nambo también criticó que el evento de Nodal ahora domine la agenda legislativa, sugiriendo que es preocupante que el Congreso se vea forzado a sesionar a altas horas de la noche debido a la instalación del concierto. “No podemos coartar la libertad de expresión por una actitud personal de un artista”, sentenció.
Este debate resalta la complejidad de la relación entre arte y responsabilidad social, planteando interrogantes sobre cómo la música puede influir en la percepción y tratamiento de la violencia de género en México.