En medio del escándalo del Wandagate y con la prensa enfocada en su vida personal, Mauro Icardi ha decidido dar un giro a su historia junto a la China Suárez en Estambul, donde han encontrado un nuevo hogar que respira lujo y confort. El futbolista del Galatasaray ha comenzado a compartir detalles de su mansión, revelando un lado de su vida que hasta ahora había permanecido en el misterio.
Un hogar de ensueño en Estambul
Por medio de sus historias de Instagram, Icardi mostró por primera vez su impresionante mansión, rodeada de árboles y con una piscina iluminada que brinda una atmósfera de tranquilidad al caer la noche. “Home Sweet Home”, escribió el deportista, acompañado de emojis que reflejan la serenidad de su nuevo hogar. Las imágenes han sido bien recibidas por sus seguidores, quienes han estado atentos a cada movimiento de la pareja desde que se conoció su mudanza.
La nueva propiedad, ubicada en el exclusivo barrio de Beşiktaş, se describe como un verdadero palacete. La panelista Karina Iavícoli compartió en el programa Intrusos que la mansión está situada cerca del Bósforo y que el área mezcla lo mejor de la modernidad europea con una vibrante oferta cultural, incluyendo bares y teatros. “Es un lugar increíble”, aseguró Iavícoli, destacando la comodidad que ofrecerá a la pareja.
Adaptación y nuevos comienzos
El proceso de mudanza ha sido un capítulo significativo para Icardi y Suárez. Mientras el futbolista se enfoca en sus entrenamientos y compromisos con el Galatasaray, la actriz está en plena búsqueda de muebles y decoración para su nuevo hogar, un esfuerzo que refleja su deseo de hacer de este espacio un verdadero refugio familiar. “Eugenia está comprando los muebles”, comentó Iavícoli, señalando que la pareja planea transformar la casa completamente.
Además, es interesante mencionar que la actriz ha recibido varias ofertas laborales en Turquía y actualmente está evaluando cuáles aceptar. Su entorno asegura que la prioridad es equilibrar su agenda con la de Icardi, quien pasa largos períodos fuera por sus compromisos deportivos.
La mansión en Beşiktaş representa más que un simple lugar de residencia; es un testimonio del nuevo capítulo en la vida de Icardi y Suárez, donde buscan priorizar su bienestar y privacidad, lejos del escarnio mediático. Con amplios espacios, un generoso jardín y una piscina climatizada, se han propuesto construir una rutina que les permita crecer tanto personal como profesionalmente, en un entorno que parece hecho a su medida.