San Luis Potosí, S.L.P., 18 de agosto de 2025.- Voluntarios mexicanos que se unieron a la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, una unidad militar compuesta por extranjeros, están siendo señalados por su vinculación con cárteles del narcotráfico, específicamente Los Zetas, y su especialización en el manejo de drones. Este fenómeno, identificado en un informe de Intelligence Online, pone de manifiesto la creciente preocupación de las autoridades ucranianas sobre la presencia de mercenarios que buscan adquirir experiencia en tecnología de guerra.
Según el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de México, se ha alertado al servicio de contrainteligencia SBU de Ucrania acerca de esta situación, subrayando que estos elementos no se están uniendo por convicciones ideológicas, sino para perfeccionar sus habilidades en el uso de drones. La investigación señala que tanto mexicanos como colombianos han mostrado un interés inusual en aprender a operar drones, lo que ha levantado sospechas entre las autoridades.
Entrenamiento de exmilitares en el uso de drones
El reporte indica que desertores del Cuerpo de Fuerzas Especiales de México (GAFE) han sido identificados en el conflicto, entrenándose en Ucrania. La razón por la que este país se ha convertido en un destino atractivo se debe a que ha emergido como un centro global para el adiestramiento táctico en la guerra de drones, especialmente desde el inicio del conflicto con Rusia.
Las academias de drones en Ucrania ofrecen una formación integral que abarca desde la fabricación artesanal de estos dispositivos hasta técnicas avanzadas de operación, que incluyen: reconocimiento en tiempo real, dominio de configuraciones analógicas, camuflaje térmico, comprensión de técnicas de interferencia y vuelo a baja altitud. Originalmente, estos centros estaban destinados exclusivamente a ucranianos, pero han comenzado a aceptar voluntarios extranjeros que se consideran de confianza.
Este fenómeno no solo plantea un desafío para las autoridades ucranianas, sino que también revela cómo el conflicto ha atraído a individuos con antecedentes en actividades ilícitas, lo que podría complicar aún más la situación de seguridad en la región. La intersección entre el narcotráfico mexicano y el conflicto en Ucrania abre un nuevo capítulo en las dinámicas de violencia y guerra en el siglo XXI.