El enfrentamiento político se intensifica tras las acusaciones de corrupción lanzadas por Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena, contra la gobernadora Maru Campos. A raíz de estas declaraciones, Campos anunció su intención de demandar por daño moral a Alcalde.
El Comité Ejecutivo Nacional del PAN emitió una respuesta contundente, calificando el comportamiento de Alcalde como cínico. En un mensaje publicado en su cuenta de X, el partido cuestionó por qué Alcalde no se ocupa de los problemas relacionados con los “narcogobiernos” de su propio partido, mencionando el sufrimiento de los ciudadanos en estados como Sinaloa, Tamaulipas y Guerrero. Además, señalaron los lujos y las acusaciones en torno a Adán Augusto López, quien ha sido vinculado al crimen organizado.
El mensaje del PAN enfatizó que, según diversas encuestas, los gobernadores de su partido, incluyendo a Maru Campos, Tere Jiménez, Libia Dennise y Makugo, son los mejor evaluados en el país. “Donde gobierna Acción Nacional, hay resultados”, afirmaron.
Por su parte, Jorge Romero, dirigente nacional del PAN, también utilizó la misma plataforma para defender a la gobernadora, destacando el cariño y aprecio que la población de Chihuahua tiene por ella. “La gente refrendará su confianza en Maru y en Acción Nacional, disculpen las molestias que esto les ocasione”, escribió Romero, reafirmando el apoyo hacia Campos en medio de la controversia.
Este intercambio de acusaciones y defensas refleja la creciente tensión entre los partidos políticos en México, a medida que se acercan las elecciones y las campañas comienzan a intensificarse. Las declaraciones de ambos lados ponen de manifiesto la polarización y la lucha por la confianza del electorado en un clima político cada vez más competitivo.
