El presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Romero, afirmó que el futuro del partido no estará condicionado a alianzas con otros partidos, ya sean pasadas, presentes o futuras. En un evento que marcó su relanzamiento como fuerza política opositora, Romero subrayó que los panistas deben concentrarse en fortalecer la identidad del PAN.
El principal objetivo del relanzamiento es claro: en 2027 se busca reducir la mayoría calificada de Morena en la Cámara de Diputados y, a su vez, sacarlos de Palacio Nacional. Sin embargo, este enfoque llega tras una serie de elecciones donde las alianzas con otros partidos, como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no han dado los resultados esperados, generando descontento interno.
Previo a la llegada de Romero al liderazgo del PAN, surgieron voces que pedían la renuncia del anterior presidente, Marko Cortés, y la reestructuración del partido. Los cuatro gobernadores panistas también mencionaron la necesidad de una “refundación” del partido a nivel local.
El expresidente Vicente Fox, crítico de la alianza con el PRI, sugirió que Carlos Medina Plascencia tomara las riendas del PAN, destacando que la situación del partido era crítica. Por su parte, el exsenador Damián Zepeda abogó por la creación de una dirigencia de transición con “calidad moral” para enfrentar la crisis actual.
En medio de este contexto, un grupo de militantes liderados por Manuel Gómez Morín realizó una manifestación frente a la sede del Comité Ejecutivo Nacional en la Ciudad de México. La protesta exigió la suspensión de la elección interna para la nueva dirigencia del PAN y la renuncia de los actuales líderes, a quienes acusan de corrupción y mala gestión.
Gómez Morín expresó su frustración, afirmando que el PAN, tal como está ahora, no es útil para la sociedad y que, si no se atienden sus demandas, el partido podría convertirse en un “cadáver”. Los manifestantes denunciaron que la administración actual ha afectado negativamente al partido, reflejando el creciente descontento en su interior.
La respuesta del partido ante esta crisis ha consistido en un relanzamiento basado en tres ejes: redefinir sus causas, reformar sus estatutos para fomentar la participación y la transparencia, y actualizar su identidad visual con un nuevo logo. Sin embargo, no se han establecido definiciones claras en términos ideológicos ni un plan concreto para alcanzar sus objetivos políticos.
Mientras tanto, encuestas recientes indican que, a pesar de los escándalos de los morenistas, el partido de López Obrador sigue liderando las preferencias para las elecciones de 2027.

































































