En un consejo televisado de ministros, el presidente Gustavo Petro reaccionó a las críticas que recibió tras abrazar públicamente a Gloria Miranda, directora del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), el pasado 12 de septiembre en Cauca. La controversia surgió cuando diversas feministas acusaron al mandatario de misoginia por este gesto, lo que él consideró una exageración.
Defensa del abrazo y cuestionamientos a las críticas
Petro defendió su acción afirmando que abrazar no puede ser sinónimo de misoginia. “Ahora resulta que abrazar es sinónimo de misoginia. Me va a explicar la ministra, porque misoginia es que le tiene asco a la mujer”, expresó. Afirmó que no tiene aversión hacia las mujeres y retó a quienes lo criticaron, señalando que estas “feministas de la derecha” no están realmente comprometidas con los problemas de las mujeres vulnerables.
“A usted le importa un bledo las mujeres trabajadoras, las mujeres de los tintos, las mujeres que salen en minifalda a las calles de noche”, continuó Petro. Enfatizó que el verdadero feminismo debe incluir a todas las mujeres, independientemente de su situación social.
Cuestionamiento a la identidad de género
Durante su discurso, el presidente también abordó la diversidad de género, argumentando que la identidad de género no es un asunto antinatural. “He descubierto mujeres que se sienten hombres y hombres que se sienten mujeres y no es antinatura, sino que algo pasa ahí en las energías que crean la vida y hacen esa diversidad”, afirmó. Con esto, Petro buscó ampliar la conversación sobre el feminismo y la inclusión, un tema que sigue generando polarización en la sociedad colombiana.
La reacción a sus palabras no se hizo esperar, y las redes sociales se inundaron de opiniones tanto a favor como en contra de sus declaraciones, reflejando la complejidad del debate sobre feminismo y derechos de género en Latinoamérica.