La Presidenta ha expresado su preocupación por el aparente olvido de la corrupción asociada a los gobiernos neoliberales, que se ha prolongado por 36 años. En medio de una serie de escándalos relacionados con las aduanas y la figura de Adán Augusto, la mandataria subrayó que los medios de comunicación han dejado de lado este tema crucial.
En su declaración, la Presidenta enfatizó que es imperativo recordar y analizar los actos de corrupción que han afectado al país durante décadas. A su juicio, la falta de atención mediática a estos asuntos permite que se normalice la impunidad y se olvide la historia reciente de México.
Los escándalos actuales, que involucran a las aduanas y a ciertos funcionarios del gobierno, han reavivado el debate sobre la responsabilidad de los medios en la cobertura de la corrupción. La Presidenta instó a la prensa a no desviar su mirada de los problemas estructurales que han deteriorado las instituciones en el país.
Este llamado a la reflexión se produce en un contexto donde la población demanda mayor transparencia y rendición de cuentas. La Presidenta señaló que es fundamental abordar estos temas para evitar que la corrupción siga siendo un problema sistémico en México.
Así, la mandataria hace un llamado a la responsabilidad de los medios para que no se repita la historia y se continúe documentando la corrupción que ha prevalecido durante tanto tiempo. A su juicio, solo a través de una prensa comprometida y vigilante se podrá avanzar hacia un futuro más justo y transparente.