Durante los recientes dos días de consultas sobre la reforma electoral, se han presentado una variedad de propuestas, desde las más serias hasta las más absurdas. Uno de los planteamientos más radicales provino de Félix Acosta, coordinador de la Asociación de Mexicanos Libres y Organizados A. C., quien sugirió la eliminación de la Cámara de Senadores.
Acosta justificó su propuesta, argumentando que es “una medida radical, pero necesaria”. Además, propuso que de los 200 diputados plurinominales, solo queden 25, a quienes se les exigiría realizar campañas. Esta última afirmación provocó la indignación de muchos expertos presentes, quienes consideraron inapropiado que se diera espacio a alguien que, según ellos, no comprende el concepto de representación proporcional.
Sin embargo, otros asistentes al diálogo señalaron que permitir la participación de voces diversas, incluso aquellas que presentan ideas poco fundamentadas, es un signo de apertura en los debates que se están llevando a cabo en el Palacio de Cobián, bajo la coordinación de Pablo Gómez. Este enfoque busca integrar todas las opiniones en la discusión sobre la reforma electoral.
El contexto de estas consultas es crucial, ya que se busca modernizar el sistema electoral mexicano, el cual ha sido objeto de críticas y de llamados a su actualización por diversos sectores de la sociedad. Las reacciones ante propuestas como la de Acosta reflejan no solo la diversidad de opiniones, sino también la necesidad de un diálogo constructivo sobre el futuro de la política en México.
A medida que avanzan las discusiones, es evidente que habrá un amplio espectro de opiniones que se presentarán, y se espera que esta pluralidad en el diálogo enriquezca el proceso de reforma electoral.