En el corazón de Morelia, la Plaza de Armas se prepara para un proceso de restauración que busca devolverle su esplendor original. Gaspar Hernández Razo, gerente del Centro Histórico, anunció que las 66 bancas que adornan esta emblemática plaza serán sometidas a un proceso de reparación que incluirá la colocación de juntas, la eliminación de grafitis en 33 de ellas y la reparación de 28 desportillamientos. Se estima que el costo total no superará los 50 mil pesos.
El proyecto aún no tiene una fecha exacta de inicio, pero se espera que comience en las próximas semanas. Este esfuerzo forma parte de un plan más amplio para preservar el patrimonio arquitectónico de la ciudad, a menudo amenazado por el vandalismo y la falta de mantenimiento adecuado. La restauración de una banca previamente dañada por la caída de un árbol, que ya ha sido grafiteada nuevamente, subraya la urgencia de estas acciones.
El desafío persistente del grafiti
La proliferación de grafitis en el Centro Histórico de Morelia ha sido una preocupación constante para las autoridades locales. Hernández Razo lamentó que, a pesar de los esfuerzos por proteger el patrimonio edificado, la falta de valoración por parte de algunos sectores de la población persiste. Entre enero y junio de 2025, el ayuntamiento ha presentado cinco denuncias por grafitis y pintas, sumando un total de diez en el último año.
Un caso destacado fue el de un menor de edad que realizó 30 grafitis en forma de cordero en varios puntos de la zona centro. Tras ser presentado ante el juez cívico, se le impusieron 36 horas de trabajo comunitario, que incluyó la limpieza de sus propias pintas. Este tipo de sanciones buscan no solo castigar, sino también concienciar a los infractores sobre el daño causado al patrimonio cultural.
Acciones y llamados a la comunidad
Hernández Razo enfatizó la importancia de la colaboración ciudadana en la preservación del patrimonio histórico. Hizo un llamado a la población para que denuncie cualquier acto de vandalismo que observe, ya sea en propiedades propias o en inmuebles bajo su custodia, recordando que las sanciones para estos delitos pueden incluir penas de prisión de seis meses a dos años.
Además de las denuncias, se han identificado a otros presuntos responsables de actos de vandalismo, conocidos como “Root” y “Spaghetti”, quienes han dejado su marca en monumentos históricos con grafitis de tocadiscos rotos y otros motivos. Las autoridades esperan que sus detenciones se concreten pronto, lo que podría enviar un mensaje contundente sobre la seriedad con la que se están tomando estas ofensas.
La restauración de las bancas de la Plaza de Armas y las acciones legales contra el grafiti son parte de un esfuerzo más amplio para preservar el encanto y la historia de Morelia, una tarea que requiere tanto de la intervención gubernamental como del compromiso de sus habitantes.