Gómez Palacio, Durango.- La Fiscalía General del Estado (FGE) ha confirmado que los restos óseos encontrados el mes pasado en el ejido Las Lagartijas no corresponden a humanos. Este hallazgo se produjo durante una operación de búsqueda llevada a cabo por el grupo de voluntarios conocido como Vida, que se dedica a la localización de personas desaparecidas en la región.
El vicefiscal en La Laguna, Juan Francisco Ángeles Zapata, informó que tras un análisis exhaustivo realizado por especialistas, se determinó que los restos pertenecen a un animal. “Una revisión que se hizo recientemente fue hace un mes en donde se realizó el hallazgo de unas osamentas. De acuerdo con el estudio antropológico ya confirmado, se trata de una osamenta de procedencia animal”, explicó Ángeles Zapata.
La noticia fue comunicada a los integrantes del grupo Vida a través de la licenciada Claudia Calvo, directora de la Unidad Especializada en Búsqueda de Personas de la Fiscalía. Esta unidad ha estado en contacto constante con los buscadores para coordinar esfuerzos en la búsqueda de personas desaparecidas en la zona. La vicefiscalía ha acordado realizar una nueva inspección en el mismo lugar, prevista para los días 21 y 22 de agosto.
En la reunión previa, se discutieron los próximos pasos a seguir y se reafirmó el compromiso de continuar con la búsqueda. Ángeles Zapata subrayó la importancia de no descuidar el trabajo a pesar de la noticia positiva sobre los restos hallados. “La finalidad es seguir realizando la búsqueda, independientemente de que a finales del mes de agosto y a inicios de septiembre van a seguir con el tema de las exhumaciones en el panteón de Gómez Palacio”, agregó.
Este anuncio llega en un momento crítico para las familias de personas desaparecidas en la región, que han estado esperando respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. La colaboración entre la Fiscalía y grupos de búsqueda como Vida es fundamental para avanzar en este tema tan sensible y doloroso.
A medida que se acerca la fecha de la nueva inspección, las expectativas crecen entre las familias y los voluntarios que han estado trabajando incansablemente. La búsqueda de verdad y justicia sigue siendo una prioridad en la comunidad, y todos esperan que los esfuerzos conjuntos puedan dar resultado en el futuro cercano.