El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó una serie de nuevos aranceles que comenzarán a aplicarse el 1 de octubre. Estos aranceles, que abarcan una amplia gama de productos, incluyen un gravamen del 100% sobre los fármacos patentados que no tengan una planta de producción en territorio estadounidense o que estén en proceso de construcción.
Trump hizo este anuncio a través de sus redes sociales, enfatizando el desarrollo de nuevas instalaciones en América del Norte. Aseguró que las plantas que se están construyendo en el país no serán objeto de ningún arancel. Varios laboratorios ya han comenzado a establecer proyectos y nuevas infraestructuras en EE.UU. para fabricar medicamentos.
El presidente ha ejercido presión sobre la industria farmacéutica para reducir los precios de los medicamentos y trasladar parte de su producción al país. Recientemente, envió cartas a 17 de las principales farmacéuticas del mundo, instándolas a bajar los precios de los medicamentos proporcionados a Medicaid, el programa gubernamental destinado a personas de bajos ingresos. También ha exigido que los futuros medicamentos mantengan precios similares a los de sus equivalentes en el extranjero.
En su mensaje, Trump reconoció que esta situación es “muy injusta”, pero justificó su decisión afirmando que es necesario “proteger, por razones de seguridad nacional y otras, nuestro proceso de fabricación”. Este anuncio sobre los fármacos no será el último, ya que el país también ha comunicado nuevos aranceles sobre semiconductores y minerales esenciales que se implementarán en las próximas semanas.
En esta nueva ronda de aranceles también se incluirán dispositivos médicos de alta tecnología, lo que refleja un enfoque más amplio sobre el control de importaciones en sectores estratégicos para la economía estadounidense.