El presidente Donald Trump llevó a cabo una visita a Norfolk, Virginia, el pasado domingo, donde celebró el 250° aniversario de la Marina de los Estados Unidos, sin dejar que el cierre del gobierno afectara el evento. En un mensaje publicado en su red social, Truth Social, Trump exclamó: “¡Creo que El ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR!” antes de dirigirse a la Estación Naval de Norfolk.
En medio de un ambiente de tensión política, tanto republicanos como demócratas se culpan mutuamente por el cierre del gobierno. Actualmente, el personal militar trabaja sin remuneración, miles de empleados federales están en suspensión y numerosos proyectos de infraestructura en áreas lideradas por demócratas, como Nueva York y Chicago, se han detenido.
Los demócratas del Senado se opusieron a los esfuerzos por mantener las operaciones gubernamentales al inicio del nuevo año fiscal y expresaron preocupaciones sobre cómo la interrupción podría elevar rápidamente los costos del seguro de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
En este contexto, una celebración destinada a honrar a la Marina podría verse afectada por la política partidista. Los legisladores demócratas también han intentado revertir los recortes a Medicaid que Trump firmó previamente.
Entre los asistentes al evento se encontraban la primera dama Melania Trump, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de la Marina John Phelan, el secretario de Asuntos de Veteranos Doug Collins y el representante republicano de Texas Ronny Jackson, quien es un ex contralmirante y fue médico de la Casa Blanca durante la presidencia de Trump.
Tras su llegada a Norfolk, Trump visitó el USS George H.W. Bush, donde interactuó con los marineros y entregó medallas. Durante el evento, los Trump presenciaron una demostración militar que incluyó el lanzamiento de misiles y disparos de proyectiles al Océano Atlántico por parte de destructores de la Marina.
Una gran multitud, compuesta mayoritariamente por marineros en uniforme y sus familias, se reunió en el muelle para escuchar el discurso de Trump. El presidente había hablado previamente en una reunión con líderes militares, proponiendo usar ciudades como campos de entrenamiento para las fuerzas armadas y enfatizando la necesidad de poder militar para enfrentar lo que llamó una “invasión desde dentro”.
Hegseth también declaró el fin de la cultura “woke” y presentó nuevas directrices para los militares, que incluyen estándares “neutros en cuanto al género” para la aptitud física. La administración busca transformar la cultura del Pentágono y destinar recursos militares a las prioridades del presidente, incluyendo la contención de disturbios internos y el crimen violento.
Además, Trump ha involucrado a las fuerzas armadas en un conflicto contra los carteles de la droga, resultando en varios ataques a embarcaciones en el Caribe que, según Washington, estaban involucradas en el tráfico de drogas.
