En la madrugada de este jueves, un nuevo episodio de violencia se registró en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR), donde un paciente en estado etílico agredió al personal sanitario y de seguridad. El incidente ocurrió a la 1:45 horas, cuando el joven, quien había llegado con lesiones leves tras una pelea, comenzó a lanzar amenazas y a agredir a la facultativa residente que lo atendía.
Acompañado por personal de seguridad, el paciente no solo amenazó a la médico, sino que también zarandeó a los trabajadores de seguridad y se enfrentó a otros miembros del equipo médico presente. Ante la situación, la Policía Nacional fue llamada y procedió a llevarse detenido al agresor, quien había generado un ambiente de tensión en el área de urgencias.
Condena del CSIF y creciente violencia
El sindicato CSIF condenó este ataque y expresó su apoyo a los profesionales afectados, subrayando que este es el cuarto incidente violento en la provincia durante el mes de agosto. El sindicato había realizado una concentración el pasado 12 de agosto ante la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real para exigir medidas efectivas que frenen esta lacra. También se unieron los colegios de Medicina y Enfermería en una protesta el 14 de agosto, evidenciando la preocupación por la seguridad de los trabajadores de la salud.
CSIF destaca que detrás de estos episodios de agresión se encuentra una alarmante pérdida de valores en la sociedad, enfatizando que los profesionales sanitarios son un pilar fundamental que debe ser protegido. A esto se suma la saturación del Servicio de Urgencias, que se mantiene en niveles muy elevados; solo ayer, se atendieron más de 300 pacientes, superando el millar en tres días.
Condiciones críticas para el personal de salud
La realidad es que los trabajadores de la salud en el HGUCR se enfrentan a una situación límite, ya que la falta de recursos y personal en todas las categorías ha llevado a un ambiente de frustración tanto para pacientes como para el equipo médico. La Atención Primaria y los servicios de urgencias están desbordados, lo que incrementa la tensión en la atención diaria.
Este panorama no solo afecta la salud de los pacientes, sino que también pone en riesgo la integridad de quienes dedican su vida a cuidar de los demás. Es urgente que se implementen medidas que garanticen la seguridad de los profesionales y se fortalezcan los recursos en el sistema de salud. En un contexto donde la bata blanca no debería ser un blanco para la violencia, la sociedad debe reflexionar sobre el respeto y apoyo que merecen quienes están en la primera línea de batalla contra enfermedades y crisis sanitarias.
«Los profesionales sanitarios son un pilar fundamental que hay que cuidar», advierte CSIF.
