La rápida propagación de Candidozyma auris (anteriormente conocida como Candida auris) en hospitales europeos ha encendido las alarmas del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Un reciente informe revela que los casos están aumentando significativamente, con una transmisión local continua en varios países, lo que representa una grave amenaza para la salud pública.
Brotes crecientes y desafíos en la detección
Desde 2013, los países de la UE y del Espacio Económico Europeo han reportado más de 4,000 casos de C. auris, con un alarmante aumento de 1,346 casos solo en 2023 reportados por 18 países. Los focos de infección se concentran principalmente en España, Grecia, Italia, Rumanía y Alemania, donde la propagación ha sido tan intensa que, en algunos casos, ya no se pueden distinguir brotes específicos.
El Dr. Diamantis Plachouras, jefe de la Sección de Resistencia a los Antimicrobianos e Infecciones Asociadas a la Atención Sanitaria del ECDC, advirtió que “C. auris se ha propagado en tan solo unos años, desde casos aislados hasta una propagación generalizada en algunos países”. Este fenómeno pone de relieve la necesidad urgente de detección temprana y control de infecciones.
Desafíos en la vigilancia y control
A pesar del incremento de casos, solo 17 de los 36 países participantes cuentan con un sistema nacional de vigilancia para C. auris, y solo 15 han desarrollado directrices nacionales específicas para su prevención y control. La capacidad de laboratorio es más robusta, con 29 países con acceso a laboratorios de referencia, pero la falta de un monitoreo sistemático podría llevar a una subestimación de la magnitud del problema.
Recientemente, se han reportado brotes en Chipre, Francia y Alemania, lo que complica aún más la situación. En algunos de estos países, la transmisión local se ha mantenido de manera sostenida en poco tiempo tras el primer caso documentado, lo que subraya la importancia de implementar intervenciones tempranas para frenar la expansión del hongo.
El ECDC ha realizado evaluaciones periódicas de la situación epidemiológica desde 2018, publicando también evaluaciones rápidas de riesgos que incluyen opciones para la prevención y el control. El objetivo es ayudar a los Estados miembros a mejorar su preparación y capacidad de respuesta ante brotes de C. auris, evitando así una mayor propagación de esta peligrosa infección.