Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol y el Hospital Germans Trias i Pujol, en colaboración con el Institut Català d’Oncologia-Badalona (ICO-Badalona), ha revelado alteraciones moleculares que podrían ser determinantes para predecir la respuesta al tratamiento del cáncer de mama HER2+, considerado uno de los más agresivos. Este tipo de cáncer, que presenta una amplificación del marcador HER2, aunque no es el más común, plantea grandes desafíos en la efectividad de las terapias y en la reducción de la toxicidad asociada a los tratamientos.
El equipo de investigadores diseñó un estudio para analizar el ADN de los tumores de pacientes diagnosticadas con cáncer de mama HER2+, tanto antes como después de recibir la terapia habitual. A través de esta observación, se establecieron comparaciones entre los tumores que respondieron positivamente al tratamiento y aquellos que no mostraron mejoría. De esta manera, los científicos lograron identificar una serie de alteraciones moleculares relevantes.
El doctor Pedro Luis Fernández, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del hospital, destacó uno de los hallazgos más significativos: el gen TP53. Este gen, ampliamente conocido en el campo de la oncología, no había sido vinculado de manera clara con la respuesta a tratamientos en el contexto del cáncer de mama HER2+. Según Fernández, “hemos visto que hay genes que se asocian a una menor respuesta al tratamiento y, además, hemos descubierto que hay uno que se altera muy frecuentemente y que puede ayudar a predecir esta respuesta”.
La investigación, publicada en la revista ‘Modern Pathology’, sugiere que sería beneficioso incorporar el análisis del gen TP53 en la evaluación inicial de biomarcadores antes de iniciar los tratamientos para carcinomas de mama HER2+. “Si de entrada sospechamos que el tumor no responderá bien porque este gen ha mutado, podríamos evitar tratamientos poco útiles o innecesarios y ganar tiempo apostando por otros”, añadió Fernández, quien también enfatizó la simplicidad y rapidez del análisis de este gen, lo que lo convierte en un biomarcador fácilmente incorporable en la práctica clínica.
La identificación temprana de estas alteraciones genómicas no solo podría mejorar la eficacia de los tratamientos, sino también optimizar los recursos en un campo donde la personalización de la terapia es crucial. La iniciativa de este estudio representa un avance significativo en la lucha contra el cáncer de mama HER2+, brindando esperanza a muchas pacientes que enfrentan esta difícil enfermedad.
A medida que la investigación avanza, queda claro que el futuro del tratamiento del cáncer de mama podría beneficiarse enormemente de un enfoque más personalizado, basado en alteraciones genéticas específicas que guíen las decisiones terapéuticas. Este tipo de estudios continúa subrayando la importancia de la investigación biomédica en la búsqueda de soluciones efectivas y menos invasivas para los pacientes.