Las cifras de suicidio entre las mujeres mayores de 65 años están tomando un giro preocupante, con un aumento notable en el uso de armas de fuego como método para acabar con sus vidas. Según un estudio publicado el 25 de agosto de 2025 en JAMA Network Open, casi el 40% de los suicidios en este grupo etario involucraron un arma de fuego en 2023, un incremento respecto al 35% registrado en 2014.
El estudio, liderado por el profesor Ziming Xuan de la Universidad de Boston, revela que aunque los hombres mayores siguen teniendo una tasa de suicidio con armas de fuego 13 veces mayor que las mujeres, la tendencia entre estas últimas ha aumentado de manera alarmante. “Encontramos proporciones alarmantemente altas de suicidios con armas de fuego en comparación con todos los suicidios entre las mujeres mayores y los hombres mayores”, afirmó Xuan en un comunicado.
Un panorama preocupante
Durante el periodo de análisis, que abarca de 2014 a 2023, se registraron 63,559 muertes por suicidio con armas de fuego en personas mayores, donde los hombres representaron más del 91% de estas muertes. Sin embargo, el incremento de suicidios entre mujeres es notable: su tasa aumentó aproximadamente 5 puntos porcentuales en este periodo, mientras que la de los hombres se mantuvo relativamente estable.
En 2023, el uso de armas de fuego representó casi el 78% de los suicidios entre hombres mayores, una cifra muy similar al 77% de 2014. “Las armas de fuego se han convertido en un método de suicidio inquietantemente común para los adultos mayores, tanto hombres como mujeres”, comentó Mark Kaplan, profesor de investigación de bienestar social en la UCLA.
Implicaciones y recomendaciones
Los resultados del estudio también muestran una notable variación en las tasas de suicidio con armas de fuego según el estado. Estados del sur como Alabama y Mississippi tienen las tasas más altas, alcanzando un 93% y 91% de suicidios con armas de fuego entre hombres, y un 68% entre mujeres en ambos estados. En contraste, estados con leyes de armas más estrictas, como Nueva Jersey y California, reportan cifras mucho menores.
Kaplan enfatiza la necesidad de que los médicos estén atentos a los problemas de salud mental en adultos mayores. “Los proveedores de atención de la salud deben involucrar a los pacientes que experimentan depresión o pensamientos suicidas, preguntando sobre su acceso a armas de fuego”, sugirió, añadiendo que las conversaciones abiertas sobre la seguridad de las armas pueden ser cruciales para el bienestar de estas personas.
Si usted o alguien que conoce se encuentra en crisis, es fundamental buscar ayuda. La Línea de Vida de Suicidio y Crisis 988 ofrece apoyo confidencial y gratuito, disponible llamando o enviando un mensaje de texto al 988 o chateando en 988lifeline.org.
El Consejo Nacional sobre el Envejecimiento también proporciona información adicional sobre el riesgo de suicidio entre las personas mayores, subrayando la urgencia de abordar este creciente problema de salud pública.