En una sesión ordinaria, la diputada Beatriz Eugenia Fraustro Dávila presentó una iniciativa de reforma a la Ley Estatal de Salud con el objetivo de mejorar los servicios de atención integral en salud para las mujeres. La propuesta destaca áreas prioritarias como el cáncer cervicouterino y el cáncer de mama, así como cuestiones relacionadas con la ginecología, el climaterio y la menopausia, además de enfermedades de transmisión sexual.
Según la diputada, las mujeres enfrentan vulnerabilidades biológicas vinculadas a sus funciones reproductivas, lo que las hace más propensas a riesgos de salud específicos, como aquellos relacionados con el embarazo, el parto y el puerperio. También son más susceptibles a ciertos tipos de cáncer, como el cervicouterino, el de ovario y el de mama.
La diputada Fraustro también mencionó que la pobreza, la dependencia económica, la violencia y la discriminación limitan el control que muchas mujeres tienen sobre su vida sexual y reproductiva, lo que impacta negativamente en su calidad de vida.
A pesar de que las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que los hombres, este hecho no se traduce en una vida más saludable ni en mejores condiciones de bienestar. Las tasas de morbilidad e incapacidad son más altas entre las mujeres, según lo expresado por Beatriz Eugenia.
Las desigualdades en el acceso a los servicios médicos son evidentes. En México, se estima que 25 millones de mujeres dependen de algún familiar para acceder a la salud pública, cifra que se reduce a la mitad en el caso de los hombres. Esto pone de manifiesto cómo la pobreza y la discriminación obstaculizan el ejercicio efectivo del derecho a la salud.
Con el fin de abordar estas problemáticas, la reforma propuesta incluye la creación de un Comité Interdisciplinario de Salud de las Mujeres. Este comité busca institucionalizar la perspectiva de género en la investigación, prevención, atención y tratamiento en salud, promoviendo el avance científico en estas áreas.
La iniciativa no solo responde a compromisos internacionales en materia de derechos humanos, sino que representa un avance hacia un sistema de salud más equitativo, inclusivo y sensible a las necesidades de las mujeres en todas las etapas de su vida. “Reconocer y atender las causas y vulnerabilidades que enfrentan las mujeres es un paso decisivo para cerrar brechas históricas”, concluyó Beatriz Eugenia Fraustro Dávila.