El cambio climático está provocando un notable incremento en el consumo de azúcar entre los estadounidenses, según un estudio reciente que revela cómo el aumento de temperaturas está influyendo en sus hábitos alimenticios. Mientras se acercan los meses más fríos, la realidad es que el calor persistente empuja a la población hacia mayores ingestas de bebidas azucaradas y golosinas congeladas, lo que plantea serios riesgos para la salud.
Estudio revela el impacto del calor en la dieta
Los investigadores analizaron las compras de alimentos de los hogares estadounidenses desde 2004 hasta 2019, contrastando estos datos con las condiciones meteorológicas locales. Los resultados fueron sorprendentes: por cada aumento de 1.8 grados Fahrenheit en la temperatura, el consumo de azúcar se incrementó en 0.7 gramos por persona al día. La mayor parte de este aumento se registró en refrescos, jugos y postres helados.
Los hallazgos, publicados en la edición del 8 de septiembre de 2025 de la revista Nature Climate Change, evidencian una tendencia preocupante. Según Pan He, profesora de ciencias ambientales y sostenibilidad en la Universidad de Cardiff, “los problemas de salud pública relacionados con el consumo de azúcar se han discutido ampliamente, pero si consideramos la interacción con el cambio climático, empeorará las cosas”.
Grupos vulnerables enfrentan mayores riesgos
El estudio también encontró que los mayores aumentos en el consumo de azúcar se produjeron en hogares de bajos ingresos y en aquellos con menor nivel educativo. Esto no es casualidad, ya que los alimentos y bebidas endulzados suelen ser más baratos y accesibles. Los investigadores advierten que, si el calentamiento global continúa a este ritmo, la ingesta de azúcar podría aumentar en casi 3 gramos por día en todo el país para 2095.
Este aumento en la ingesta de azúcar se asocia a un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas, como señala la Asociación Americana del Corazón. La organización recomienda limitar los azúcares añadidos a 36 gramos por día para hombres y 25 gramos para mujeres.
La investigadora Charlotte Kukowski, de la Universidad de Cambridge, enfatiza que “la evidencia sobre cómo el calor extremo cambia los patrones de alimentación sigue siendo relativamente escasa”. Sin embargo, subraya que este estudio resalta una vía menos discutida a través de la cual el cambio climático puede impactar el bienestar humano.
“Lo que es particularmente preocupante es que los grupos más vulnerables, aquellos con menos recursos para adaptarse, están más expuestos al calentamiento y corren el mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la dieta”, concluyó Kukowski.
Para más información sobre la ingesta de azúcar y sus efectos en la salud, se puede consultar la página de la Asociación Americana del Corazón.