El atentado terrorista en las inmediaciones de una base de la Fuerza Aeroespacial en Cali, Colombia, dejó un saldo trágico de seis muertos y cerca de 60 heridos. El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha dado un paso significativo al difundir la fotografía de uno de los presuntos responsables de este ataque, identificado como alias ‘Sebastián’, quien fue capturado por la comunidad en el lugar de los hechos.
En su mensaje publicado en redes sociales, Petro afirmó que ‘Sebastián’ forma parte de las estructuras del EMC (Estado Mayor Central) y está bajo el mando de alias ‘Marlon’, un subordinado de la temida Junta del Narcotráfico. Este hecho ha generado una respuesta contundente del gobierno colombiano, que busca desmantelar estas organizaciones criminales que operan en la región.
Contexto del ataque y respuesta gubernamental
El ataque con camión bomba fue calificado por Petro como un acto de retaliación por las medidas implementadas por su administración para recuperar el control en la zona. En sus declaraciones desde Villavicencio, el mandatario condenó enérgicamente el atentado y destacó que la ‘Junta del Narcotráfico’ es heredera del bloque capital de los paramilitares, lo que subraya la complejidad del problema de la violencia en Colombia.
Tras el atentado, Petro se trasladó a Cali junto con el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, y altos mandos militares para presidir un Consejo de Seguridad con las autoridades locales. Durante esta reunión, se reiteró la necesidad de designar a la Junta del Narcotráfico como “organización terrorista” a nivel global, una propuesta que podría tener implicaciones significativas en la lucha contra el narcotráfico.
Este trágico evento pone de relieve la continua lucha de Colombia contra el terrorismo y el narcotráfico, así como los esfuerzos del gobierno por restablecer la seguridad en áreas afectadas. La realidad es que el camino hacia la paz y la estabilidad en el país sigue siendo un desafío monumental.
