La Policía Nacional de Colombia ha reportado una cifra histórica de más de 165,000 capturas relacionadas con el narcotráfico durante la administración de Gustavo Petro. Este anuncio se produce en un contexto de creciente preocupación internacional por la posible descertificación de Colombia por parte de Estados Unidos en su lucha antidrogas.
Balance de operaciones antidrogas
Entre agosto de 2022 y septiembre de 2025, las autoridades colombianas han logrado incautar 1,212 toneladas de cocaína y erradicar 53,000 hectáreas de cultivos ilícitos. Además, se realizaron 693 capturas de personas solicitadas en extradición, lo que resalta la magnitud de la ofensiva contra el narcotráfico.
El reporte también indica que fueron destruidos 9,959 laboratorios dedicados a la producción de drogas ilegales, así como la neutralización de más de 4,140 toneladas de insumos sólidos y cinco millones de galones de insumos líquidos. Estas acciones posicionan a Colombia como uno de los países con mayores decomisos a nivel global, según la misma institución.
El balance incluye además 248 toneladas de base de coca, 965 toneladas de marihuana y 7.3 toneladas de derivados opiáceos. En el control de sustancias sintéticas, se retuvieron 99,000 unidades de fentanilo, una droga cuya circulación ha aumentado en mercados ilícitos internacionales.
Impacto de la certificación estadounidense
La certificación de Estados Unidos es un parámetro clave de legitimidad y cooperación bilateral para Colombia. Según Pedro Sánchez, ministro de Defensa, la continuidad de los esfuerzos nacionales para contener la producción y tráfico de cocaína depende en gran medida del respaldo del gobierno estadounidense. “La expectativa es que nos certifiquen, de lo contrario no vamos a tener la capacidad de contener la producción de cocaína”, afirmó Sánchez.
El funcionario destacó que esta certificación representa una herramienta central para fortalecer los mecanismos contra el narcotráfico. “Si no es Colombia, si no lo hacemos nosotros, entonces ¿quién?”, cuestionó de manera contundente.
El Gobierno colombiano sostiene que la erradicación de cultivos ilícitos sigue siendo la tarea más sensible ante el socio norteamericano. La posible descertificación tendría repercusiones directas y graves, afectando las capacidades de incautación, erradicación y las acciones contra los grupos criminales.
Entre los recursos críticos que dependen del apoyo estadounidense se encuentran los helicópteros utilizados en operaciones antierradicación. “El helicóptero que perdimos en Amalfi era estadounidense. Todo depende de la decisión que tomen”, remarcó Sánchez.
Finalmente, la cooperación con Estados Unidos también incluye alternativas a la erradicación clásica, evaluando métodos de fumigación aérea sin glifosato, lo que representa una adaptación a las exigencias tanto técnicas como sociales del problema. “Nosotros hemos hecho absolutamente todo por no solamente lograr la certificación, sino también por neutralizar el narcotráfico”, concluyó Sánchez en su declaración a Blu Radio.