El personal sanitario de Ciudad Real ha expresado su profunda preocupación ante la posibilidad de enfrentar un invierno sin la UVI móvil, recurso esencial para la atención de emergencias. Desde hace más de 40 años, la ciudad cuenta con un único vehículo de este tipo, lo que ha llevado al personal a recurrir al Defensor del Pueblo para solicitar una solución urgente.
La escasez de la UVI móvil ha sido un tema recurrente en la opinión pública, sobre todo después de que el personal sanitario comenzara a alertar sobre la situación hace dos años. Durante este tiempo, los trabajadores han observado con impotencia cómo la ciudad queda sin este servicio vital durante horas, especialmente cuando se requieren traslados a otras localidades como Madrid o Cuenca.
El personal ha emitido un comunicado en el que subraya que “la falta de recursos sanitarios cuesta vidas”. La denuncia incluye la falta de recursos extrahospitalarios en la capital, una situación que consideran evidente y que esperan que sea atendida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Sescam.
Desde su creación en 1985, el servicio de UVI móvil ha permanecido prácticamente sin cambios, a pesar del crecimiento de la población y la inauguración de nuevas infraestructuras como el AVE, hospitales y universidades. Los trabajadores enfatizan que, aunque la UVI móvil siempre está en funcionamiento, nunca está disponible en el momento que más se necesita.
La preocupación se intensifica al considerar que la situación del verano ha sido complicada, y que con la llegada del invierno, el frío y las enfermedades respiratorias podrían agravar aún más la situación. Además, las condiciones climáticas como la niebla limitan la disponibilidad del helicóptero, que también es parte del sistema de emergencia.
Actualmente, la provincia de Ciudad Real cuenta con solo dos UVI móviles, una en Alcázar de San Juan y otra en la capital, cifra que se ha reducido drásticamente desde 2011, cuando había cinco. Los recortes implementados durante la administración de la presidenta Cospedal han dejado el servicio en esta situación precaria, y el actual presidente, Emiliano García-Page, no ha revertido estas decisiones.
La falta de respuesta a las preocupaciones planteadas por el personal sanitario ha llevado a que se dirijan al Defensor del Pueblo en busca de apoyo. Mientras tanto, el servicio de transporte sanitario continúa bajo una extensión de contrato con la empresa concesionaria, que representa un costo significativo para el gobierno, superando los ocho millones de euros cada dos meses.
El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, así como el presidente de Castilla-La Mancha y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, son conscientes de la situación, pero hasta el momento no ha habido acciones concretas para resolver el problema. La incertidumbre y el temor ante un posible invierno sin UVI móvil continúan latentes en la comunidad.

































































