La Secretaría de Salud de Puebla ha decidido clausurar las actividades de la Clínica Nueva Esperanza, ubicada en la colonia Guadalupe Hidalgo. Esta medida se tomó después de que un recién nacido falleciera, presuntamente debido a negligencia médica.
Los funcionarios de la Secretaría de Salud llegaron al establecimiento situado en la 133 Oriente en la Colonia Ampliación Guadalupe Hidalgo para colocar sellos de suspensión en todas las entradas del inmueble. Este cierre se produjo tras la denuncia de que el bebé murió tan solo una hora después de haber nacido.
El incidente, que ha conmocionado a la comunidad, reveló serias irregularidades y deficiencias en la atención brindada en la clínica. Durante el procedimiento para drenar líquido del recién nacido, el personal médico utilizó un guante de látex, lo que pone de manifiesto las precarias condiciones en las que se operaba el lugar. Ante esta situación, la Secretaría de Salud tomó cartas en el asunto.
Además, la Fiscalía de Puebla ha iniciado las investigaciones pertinentes, después de que los padres del menor informaran que el bebé presentó complicaciones respiratorias y cianosis, síntomas que, según se alega, fueron ignorados por el personal médico. Funcionarios de la fiscalía se presentaron en la clínica para retirar el cuerpo del recién nacido y llevar a cabo los estudios necesarios que permitan determinar las causas del fallecimiento y establecer responsabilidades.
Este caso resalta la importancia de la supervisión en el sector salud y la necesidad de garantizar condiciones adecuadas para la atención de los pacientes, especialmente los más vulnerables, como los recién nacidos.