España atraviesa una ola de incendios que ha arrasado miles de hectáreas en diversas regiones del país. En respuesta a esta emergencia, el Instituto Español de Investigación Enfermera ha divulgado una serie de recomendaciones para que la población se proteja eficazmente y actúe de manera adecuada en caso de verse afectada por estos siniestros.
Recomendaciones para actuar durante un incendio
Es fundamental que al detectar un incendio, lo primero que hay que hacer es llamar al 112 de inmediato. Proporciona tu ubicación exacta y describe qué está ardiendo y la dirección del fuego. Una vez hecho esto, alejarse del incendio es vital; se debe mover siempre hacia abajo y contra el viento. Al respirar, utiliza la nariz y cúbrete la boca y la nariz con un paño húmedo para evitar inhalar humo.
Busca refugio en áreas seguras, como terrenos ya quemados, rocas o carreteras, y evita los lugares con abundante vegetación o ramas bajas. Si te encuentras cerca del incendio, sigue las instrucciones de las autoridades locales, como el uso de mascarillas. En caso de estar en tu hogar, cierra puertas y ventanas y evita encender el aire acondicionado.
Qué hacer si quedas atrapado
Si te encuentras atrapado, busca refugio en un área despejada o en una zona sin vegetación. Si tu ropa se incendia, no corras; en su lugar, tírate al suelo, rueda y cúbrete para apagar las llamas. Después del incendio, no regreses hasta que las autoridades lo indiquen. Usa guantes, gafas y mascarilla, además de ropa que cubra todo el cuerpo al ingresar a áreas quemadas. Revisa tu vivienda para eliminar restos que puedan reencenderse y reporta cualquier señal de humo, brasas o animales heridos.
Para quienes trabajan en enfermería, es esencial saber cómo actuar ante una posible quemadura, dado que los primeros auxilios son cruciales para evitar complicaciones. Nuria de Argila, enfermera y miembro del comité científico de la Sociedad Española de Heridas, destaca que es vital “mantener la calma, protegerse antes de ayudar y evitar que la situación empeore”.
Primeros auxilios para quemaduras e inhalación de humo
Ante una quemadura, lo primero es detener la causa del calor, alejando a la persona de las llamas o superficies calientes. Enfría la piel con agua corriente fría durante entre 5 y 20 minutos, evitando el uso de hielo o agua helada para prevenir necrosis tisular. Es importante cubrir a la persona para evitar la hipotermia y retirar la ropa o elementos ajustados solo si no están pegados a la piel.
La quemadura debe ser cubierta con gasas estériles o un paño limpio y seco, manteniendo las condiciones de asepsia tanto en el lugar del accidente como durante el traslado al centro de salud. No se deben usar cremas, pasta de dientes ni aceites. La reposición de líquidos debe iniciarse lo más pronto posible y realizarse de manera cuidadosa, priorizando el confort del paciente.
Es fundamental buscar atención médica urgente si la quemadura es profunda, afecta áreas sensibles como la cara, manos o genitales, o si hay dificultad para respirar tras inhalar humo.
Estas recomendaciones son vitales para garantizar la seguridad de la población durante la actual crisis de incendios en España, donde cada acción cuenta para salvar vidas.