Un nuevo estudio revela que dormir bien es fundamental para el bienestar mental de los adultos jóvenes, un hallazgo que podría transformar la vida de este grupo etario. La investigación, realizada en Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda, indica que aquellos jóvenes que disfrutan de un sueño reparador presentan una salud mental significativamente mejor.
Factores que impactan el bienestar
Los resultados, publicados en la revista PLOS One el 27 de agosto, subrayan que además de dormir, llevar una dieta rica en frutas y verduras y hacer ejercicio regularmente también contribuyen al bienestar mental. Los investigadores encontraron que estos tres hábitos son independientes entre sí, pero su combinación puede tener un efecto multiplicador en la salud mental.
Según el investigador principal, Tamlin Conner, profesor de psicología en la Universidad de Otago, los jóvenes enfrentan presiones únicas como el estrés financiero, la transición a la vida adulta y las exigencias educativas, lo que puede afectar su felicidad. “Entender qué factores del estilo de vida respaldan el bienestar puede ayudar a los adultos jóvenes no solo a ‘salir adelante’, sino a prosperar durante esta etapa crítica de la vida”, afirmó Conner.
Resultados del estudio
El estudio analizó datos de casi 2,100 adultos de entre 17 y 25 años. Los resultados mostraron que una mejor calidad de sueño se asocia de manera más fuerte con un mejor bienestar mental, seguido por un mayor consumo de frutas y verduras, y luego por la actividad física. Conner señaló que “la calidad del sueño se destacó como el predictor más fuerte y consistente del bienestar al día siguiente”.
Por su parte, Jack Cooper, ex investigador de la Universidad de Otago, enfatizó que no es necesario alcanzar un objetivo ideal de salud para ver mejoras. “Dormir un poco mejor, comer un poco más sano o hacer ejercicio incluso durante 10 minutos más de lo normal se asoció con mejoras en cómo se siente ese día”, explicó.
A pesar de los hallazgos positivos, los investigadores advierten que se trata de estudios observacionales. Esto significa que no pueden establecer un vínculo causal directo entre los hábitos saludables y el bienestar mental. Sin embargo, los datos son una llamada de atención sobre la importancia de cuidar estos aspectos en la vida diaria.
En conclusión, el estudio destaca que dormir bien, consumir más frutas y verduras, y mantenerse activo son hábitos que pueden mejorar la salud mental de los jóvenes. La relación entre estos factores es compleja, y a veces un buen hábito puede compensar a otro. Por ejemplo, una dieta rica en frutas y verduras podría mitigar los efectos negativos de una mala noche de sueño, mientras que un buen descanso puede fortalecer la resiliencia ante una menor ingesta de alimentos saludables.
