El encargado de Negocios de EE.UU. en Colombia, John McNamara, declaró este martes que su Gobierno continuará brindando apoyo a su “amigo y socio confiable”, a pesar de que el día anterior se anunció que Colombia no fue ‘certificada’ este año como aliado en la lucha contra el narcotráfico. En una entrevista publicada en la cuenta de la Embajada de EE.UU. en Bogotá, McNamara explicó que esta decisión “no debería resultar sorpresiva” para el Gobierno colombiano.
Apoyo ininterrumpido a Colombia
McNamara descartó que desde Washington se reduzca el apoyo en la lucha contra las drogas. Según lo determinado por el presidente Donald Trump, Colombia recibirá una “exención por interés nacional”, lo que significa que “todo el flujo de apoyo, asistencia y colaboración va a continuar como ayer, como hoy y como mañana, sin interrupciones”, aseguró el diplomático estadounidense. Este compromiso incluye una asignación de 138 millones de dólares en “asistencia vital” para los colombianos más vulnerables afectados por la violencia del narcoterrorismo.
Asimismo, se confirmó que continuará el aporte de “cientos de millones de dólares” a la Fuerza Pública colombiana. McNamara enfatizó que EE.UU. está comprometido en una cooperación estrecha con Colombia en diversas prioridades compartidas, incluyendo los esfuerzos en contra del narcotráfico.
Razones detrás de la descertificación
Respecto a la descertificación, McNamara explicó que esta medida se tomó como un “llamado a la acción” para “reducir de manera rápida los cultivos ilícitos de coca”. Entre 2022 y 2023, el cultivo de coca aumentó un 10%, alcanzando las 253,000 hectáreas, según el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI).
En este contexto, el diplomático destacó que EE.UU. no espera que Colombia enfrente esta lucha sola, sino que se espera un compromiso total de su parte. Además, entre las exigencias de Washington se encuentra la suspensión de las extradiciones a “narcoterroristas”. En junio pasado, Bogotá anunció que dejaría sin efecto el tratado de cooperación judicial en casos de guerrilleros vinculados al narcotráfico que colaboren con la política de ‘paz total’.
McNamara aclaró que no se suspenderán funciones diplomáticas ni servicios consulares “a excepción de que haya un cambio brusco en las relaciones, que no creo que va a pasar”. La administración de Trump ha elevado su tono beligerante hacia algunos países latinoamericanos, incluyendo a Venezuela, desde agosto del año pasado, cuando se reportó un despliegue militar estadounidense en el Caribe para enfrentar a los carteles de la droga.
