El acoso en el entorno laboral es un problema que afecta a una gran parte de la población trabajadora. Según un estudio, hasta uno de cada diez empleados en el Reino Unido ha experimentado acoso, lo que equivale a más de tres millones de trabajadores en ese país. Este fenómeno no solo deteriora el ambiente de trabajo, sino que también puede tener consecuencias graves para la salud psicológica y física de las víctimas.
Las prácticas de acoso incluyen críticas injustificadas, insultos y ostracismo, que pueden llevar a las víctimas a desarrollar trastornos de ansiedad, depresión e incluso estrés postraumático. Un estudio reciente analizó la relación entre el acoso laboral y los cambios en los “cinco grandes” rasgos de personalidad: apertura, conciencia, extroversión, amabilidad y neuroticismo.
Cambios en la personalidad por acoso
Los resultados indican que las personas que sufren acoso tienden a mostrar una disminución en los rasgos de extroversión y conciencia. Esto puede interpretarse como una respuesta a la desmotivación que sienten las víctimas ante la injusticia del acoso, lo que afecta su capacidad para mantener un comportamiento social activo y organizado. Por otro lado, se observó un aumento en el neuroticismo, lo que se traduce en una mayor propensión a experimentar emociones negativas.
El estudio revela que aquellos que enfrentan acoso durante periodos prolongados experimentan un cambio aún más significativo en su personalidad, convirtiéndose en individuos menos extrovertidos y más propensos a la ansiedad y la depresión. Esto sugiere que el acoso no solo afecta la salud mental y física, sino que también puede despojar a las personas de su alegría y sociabilidad esenciales.
Características de quienes son acosados
La investigación también identificó rasgos de personalidad que pueden aumentar el riesgo de ser objeto de acoso. La extroversión y la conciencia se consideran factores que pueden atraer la atención de los acosadores, posiblemente debido a la envidia hacia aquellos que demuestran un rendimiento superior. Curiosamente, se halló que características como el neuroticismo y la apertura están asociadas con experiencias prolongadas de acoso, sugiriendo que las personas que son más emocionales o poco convencionales pueden ser más vulnerables.
A pesar de la falta de estudios que exploren en profundidad este fenómeno, es crucial entender los mecanismos que facilitan el acoso en el trabajo y su impacto en la personalidad. Las organizaciones deben crear entornos laborales que prioricen el bienestar de sus empleados y ofrezcan apoyo efectivo para aquellos que enfrentan situaciones de acoso.
El acoso es un proceso dañino que puede tener efectos duraderos en la vida de las personas, por lo que es fundamental abordar el problema con seriedad y rapidez, buscando soluciones que prevengan estas situaciones y protejan a las víctimas.
Samuel Farley, profesor de Psicología del Trabajo en la Universidad de Sheffield, David Hughes, profesor de Psicología Organizacional en la Universidad de Manchester, y Karen Niven, también profesora de Psicología Organizacional en la Universidad de Sheffield, contribuyeron a esta investigación que se publicó originalmente en The Conversation/Reuters.