El Ministerio de Sanidad de España ha presentado un ambicioso proyecto para establecer un marco nacional que permita al país prepararse y responder eficazmente ante amenazas graves para la salud pública. Este plan, que se encuentra en fase de audiencia pública, busca evitar que España sea sorprendida por futuras crisis sanitarias, especialmente a la luz de las lecciones aprendidas durante la pandemia de Covid-19.
Un plan en cuatro ejes fundamentales
El Plan Estatal de preparación y respuesta se basa en cuatro ejes clave: coordinación, anticipación de riesgos, garantía de reservas estratégicas y un marco legal ágil y operativo. A través de este enfoque, el gobierno busca estructurar una respuesta que incluya la dotación de una organización eficiente, la detección y evaluación de riesgos, y la declaración de emergencias de salud pública de importancia nacional (ESPIN).
La norma se dirige a diversas amenazas biológicas, como enfermedades transmisibles y resistencias antimicrobianas, y también aborda riesgos químicos, ambientales, nucleares y radiológicos. Se trata de un esfuerzo integral que busca fortalecer la capacidad del sistema sanitario español ante cualquier crisis que pueda comprometer la atención médica.
Estructura de mando y colaboración interterritorial
La nueva regulación establece una estructura de mando que involucra a diferentes órganos del gobierno y crea la Comisión estatal de coordinación (CECO), presidida por la ministra de Sanidad. Aunque las comunidades autónomas podrán participar, no tendrán voto, lo que ha generado un debate sobre la efectividad de la coordinación territorial.
La colaboración interterritorial se considera esencial, especialmente en lo que respecta a la comunicación de datos en tiempo real. La norma también establece la necesidad de mantener reservas estratégicas de medicamentos y productos sanitarios, con el objetivo de que España logre una autonomía estratégica y reduzca su dependencia de mercados externos durante períodos críticos.
Otro aspecto significativo del plan es la agilización de los procedimientos de aprobación para la compra de suministros urgentes y la movilización de recursos sanitarios de emergencia. Esto permitirá a las administraciones actuar con rapidez y eficacia, minimizando la burocracia en momentos críticos.
Finalmente, el proyecto también incluye la cooperación internacional, estableciendo vínculos con organismos globales y creando equipos de respuesta rápida en epidemiología y microbiología que puedan ser desplegados en situaciones de necesidad.
Con un plazo para recibir aportaciones que culmina el 6 de octubre, este plan representa un paso crucial para fortalecer la salud pública en España y asegurar que el país esté mejor preparado ante futuras emergencias sanitarias.
