Un reciente estudio sugiere que las estatinas, medicamentos comúnmente utilizados para controlar el colesterol, podrían ofrecer una protección adicional a los pacientes con cáncer durante y después de la quimioterapia. Según un informe publicado en JAMA Network Open, las estatinas parecen ayudar a mantener la función cerebral en pacientes que han recibido tratamiento por cáncer de mama y linfoma, incluso hasta dos años después de finalizar la quimioterapia.
La investigadora principal, Pamela Jill Grizzard, quien es directora asistente de cumplimiento de la investigación y asuntos regulatorios en el Centro Cardiaco Pauley de VCU Health en Richmond, Virginia, explicó que el tratamiento del cáncer puede ser extremadamente debilitante. El deterioro cognitivo relacionado con la quimioterapia, conocido popularmente como “quimiocerebro”, puede persistir mucho después de que la terapia ha concluido. “Nuestros hallazgos sugieren que los pacientes con cáncer que tomaron estatinas podrían haber experimentado beneficios cognitivos inesperados durante el tratamiento y hasta dos años después”, afirmó Grizzard en un comunicado de prensa.
Los efectos secundarios de la quimioterapia a menudo incluyen problemas de memoria y de pensamiento, así como dificultades en la resolución de problemas y la planificación. Estos síntomas afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes, quienes deben afrontar las decisiones sobre su tratamiento en medio de otros desafíos diarios.
La investigación se basó en datos de un ensayo clínico previo que evaluó si las estatinas podrían proteger el corazón de los efectos adversos de la quimioterapia. En total, 238 pacientes fueron asignados al azar para recibir una estatina o un placebo durante su tratamiento. Los resultados mostraron que aquellos que tomaron estatinas mejoraron su desempeño en pruebas de función ejecutiva, que son habilidades mentales críticas para la planificación y organización.
Los pacientes que consumieron estatinas lograron un promedio de 10 segundos más en una prueba de función ejecutiva en comparación con aquellos que recibieron el placebo. Estas capacidades son esenciales para los sobrevivientes de cáncer, quienes deben gestionar múltiples responsabilidades en su vida cotidiana.
Grizzard concluyó que si investigaciones futuras confirman estos efectos beneficiosos, las estatinas podrían convertirse en una herramienta valiosa para ayudar a los sobrevivientes de cáncer a mantener su función cognitiva y su calidad de vida durante todo el tratamiento.
Para más información sobre el quimiocerebro, la Sociedad Americana Contra El Cáncer ofrece recursos y apoyo a los pacientes y sus familias.































































