El 2 de septiembre, un nuevo fallo del sistema informático Mambrino XXI en los hospitales de Albacete ha generado una crisis que deja a médicos y pacientes en un estado de desesperación. Las historias clínicas no están disponibles, lo que impide a los especialistas atender adecuadamente a los pacientes, quienes, tras lidiar con largas listas de espera, se encuentran con que no pueden recibir la atención que requieren.
El caos en consultas y atención médica
Los especialistas del Hospital General y del Hospital Perpetuo Socorro han denunciado que, desde la mañana, han estado luchando para acceder a las historias clínicas, apagando y encendiendo computadoras sin éxito. “Es el caos absoluto”, afirman, reflejando la frustración que reina en las consultas. La situación se complica aún más, ya que sin acceso a los datos, no pueden realizar pruebas ni resolver las consultas de los pacientes, quienes están visiblemente angustiados.
Este escenario no es nuevo. Los fallos en Mambrino XXI han sido recurrentes en los últimos años, lo que pone de manifiesto la fragilidad de un sistema que, cuando funciona, promete un acceso rápido y eficiente a la información médica de los pacientes.
Impacto de una tecnología ineficaz
La implementación de Mambrino XXI supuso un avance significativo para el Sescam, ya que permitió la digitalización de los procesos clínicos. Sin embargo, cuando el sistema falla, como en este caso, el funcionamiento del sistema sanitario se paraliza, afectando incluso a los quirófanos. La realidad es que un hospital sin Mambrino es, en esencia, un hospital sin ordenador. Esta situación ha llevado a que médicos albacetenses se pregunten cómo explicar a sus pacientes lo mal que está funcionando todo.
En la era digital, la dependencia de la tecnología es innegable. Antes de la digitalización, el Hospital General Universitario de Ciudad Real movía entre 2,000 y 2,200 historias clínicas en papel diariamente, lo que representaba hasta 5,000 kilos de documentos transportados. Este proceso, aunque laborioso, era más confiable que un sistema que, cuando falla, deja a todos a la deriva.
Por otra parte, desde febrero de 2016, los usuarios del Sescam pueden acceder a sus datos de lista de espera a través de internet, lo que ha facilitado el seguimiento de sus citas y tratamientos. Sin embargo, esta mejora se ve opacada por los problemas actuales con Mambrino, que ha demostrado ser más un obstáculo que una solución.
La situación en Albacete es un llamado de atención sobre la necesidad de revisar y mejorar las infraestructuras tecnológicas en el sistema de salud. La dependencia excesiva de un sistema que no garantiza su funcionamiento puede tener consecuencias graves para la atención de los pacientes y la efectividad de los servicios médicos.