Las farmacias rurales están emergiendo como una alternativa laboral prometedora para los jóvenes farmacéuticos. En un reciente encuentro digital, organizado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Fefcam) junto a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Cofcam), se destacó el valor de esta opción profesional. Los resultados positivos de la primera campaña de prácticas del proyecto Travesía Rural han sido un tema central.
Este innovador proyecto está diseñado para farmacias en poblaciones de menos de 5,000 habitantes, buscando personal para diversas categorías profesionales. Según Ana Cantarero, farmacéutica y tutora de las prácticas, las farmacias rurales ofrecen un ambiente donde se puede dedicar más tiempo a la formación de los jóvenes. “Hacemos de todo en las farmacias rurales: fórmulas, SPD y consejo farmacéutico a diario”, explicó Cantarero, destacando la cercanía del farmacéutico con la población local.
Una conexión más humana
Concepción Sánchez, presidenta de Cofcam, subrayó la importancia del trato humano en estos entornos, afirmando que los farmacéuticos rurales no solo son accesibles, sino que también ofrecen un servicio con un alto nivel de empatía. Este enfoque es vital para las comunidades pequeñas, donde el farmacéutico a menudo es el profesional de salud más cercano.
Mariano González, delegado de Fefcam en Ciudad Real y creador de Travesía Rural, señaló la falta de conocimiento sobre el trabajo en las zonas rurales entre los estudiantes. “Este proyecto es necesario porque apoya a las farmacias rurales para que salgan adelante y contribuye a combatir la despoblación”, afirmó González, subrayando el impacto social positivo de la iniciativa.
Experiencias transformadoras
Rocío Fernández Santos, decana de la Facultad de Farmacia de la UCLM, se mostró optimista sobre el futuro de estas becas. “En nuestra Universidad somos muy sensibles al mundo rural”, comentó, indicando el desafío de atraer a más estudiantes a estas oportunidades. María del Carmen Rojas, una de las alumnas participantes, compartió su experiencia describiéndola como “muy enriquecedora”. Según Rojas, la práctica cambió su percepción de la farmacia rural, destacando el trato cercano con los pacientes y la comprensión de sus necesidades.
Finalmente, Álvaro Carmena, presidente de Fefcam, definió las becas rurales como “una oportunidad de profesionalización y una experiencia que aporta valor”. Así, las farmacias rurales no solo se presentan como un camino viable para el desarrollo profesional de jóvenes farmacéuticos, sino también como un pilar en la comunidad, ofreciendo servicios esenciales y fortaleciendo el tejido social en áreas menos pobladas.