El ictus, conocido también como accidente cerebrovascular (ACV), se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública. Esta semana, se conmemoró el Día Mundial del Ictus, resaltando la seriedad de esta condición que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), representa la segunda causa de mortalidad en España. Se estima que al menos un 25% de la población española experimentará un ictus a lo largo de su vida. En este contexto, Raquel Osuna, directora de Fepamic Salud, enfatiza la necesidad de que los tratamientos y la atención evolutivos se ajusten a la gravedad del problema.
Las secuelas del ictus son complejas y no se limitan a problemas de movilidad o lenguaje. Afectan profundamente la identidad del paciente, alterando dimensiones físicas, emocionales y laborales, lo que requiere un enfoque más integral que simplemente “volver a caminar”. Osuna señala que es fundamental considerar al paciente en su totalidad, reconociendo que su autonomía y papel en la sociedad han cambiado radicalmente.
La neurociencia confirma que el tiempo es esencial en el proceso de recuperación. El concepto de “Tiempo es Cerebro” no se aplica únicamente en la fase de emergencia, sino que también es vital durante la rehabilitación. Una vez que el paciente esté estabilizado, se debe iniciar una intervención rehabilitadora intensiva y temprana, ya que cada día es crucial para maximizar la recuperación de las funciones cerebrales.
Desde Fepamic Salud, se ha adoptado un modelo de rehabilitación hiper-personalizado, destacando que cada programa debe adaptarse a la afectación específica de cada paciente. El equipo de diez especialistas, que incluye terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, logopedas, neuropsicólogos y psicólogos clínicos, trabaja de manera coordinada para abordar las secuelas de manera integral.
La tecnología juega un papel esencial en la rehabilitación neurológica. Fepamic Salud se compromete a invertir en robótica y tecnologías avanzadas. El uso de dispositivos de asistencia robótica, exoesqueletos y plataformas de realidad virtual no solo aumenta la intensidad y repetición de los ejercicios, sino que también añade motivación y precisión en el tratamiento.
La directora de Fepamic Salud concluye que la calidad de vida de quienes han sufrido un ictus es una prioridad. La innovación en los métodos de tratamiento es la herramienta clave para asegurar una recuperación efectiva y ayudar a los pacientes a superar las consecuencias de esta condición, que requiere un enfoque social y de intervención integral.






























































