La atención oncológica en Cuenca enfrenta un nuevo desafío tras la decisión de la empresa privada encargada de proporcionar tratamientos de radioterapia de no renovar su convenio con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Esta situación ha dejado a numerosos pacientes en un estado de incertidumbre, justo cuando se encuentra en proceso la inauguración de un nuevo centro hospitalario en la región.
En un comunicado, el Sescam ha confirmado que un acelerador lineal ya está instalado en las instalaciones del nuevo centro, aunque el inicio de su funcionamiento depende de la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear, un trámite que ya se ha puesto en marcha. A esto se suma el trabajo de la Gerencia de Cuenca en la selección y contratación de personal para este nuevo servicio, que actualmente cuenta con tres radiofísicos incorporados.
Ante la falta de un acuerdo con la empresa que prestaba el servicio, el Sescam está buscando alternativas para garantizar la continuidad del tratamiento a los pacientes. Una de las soluciones propuestas es que los pacientes continúen asistiendo a consultas médicas y de enfermería en Cuenca, así como realizarse tomografías computarizadas de planificación en las instalaciones del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). Sin embargo, los tratamientos de radioterapia se llevarían a cabo en centros de la Comunidad Valenciana.
Además, se prevé que las sesiones de radioterapia se puedan iniciar en el servicio de Oncología Radioterápica del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Este último será el encargado de gestionar la Unidad de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Cuenca hasta que el nuevo acelerador comience a operar.
El Sescam asegura que se valorará la preferencia de los pacientes al momento de elegir el centro donde recibirán el tratamiento de manera transitoria. Esta medida busca garantizar la calidad y la continuidad del cuidado hasta que se active el nuevo servicio en el Hospital Universitario de Cuenca.
La situación actual ha generado preocupación entre los pacientes, quienes ahora enfrentan una doble incertidumbre: la falta de un convenio claro y la espera por la inauguración de un servicio que se presenta como esencial para la atención oncológica en la región. Mientras tanto, el Sescam continúa trabajando para brindar la mejor atención posible, priorizando siempre la seguridad y bienestar de los pacientes.
Las autoridades sanitarias de Cuenca se encuentran en una carrera contra el tiempo para asegurar que, a pesar de los contratiempos, los tratamientos de radioterapia continúen disponibles y con la calidad que los pacientes merecen. La esperanza reside en que el nuevo acelerador lineal pueda comenzar a funcionar en el menor tiempo posible, permitiendo así que los pacientes accedan a la atención que requieren sin interrupciones.
