El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, condenó enérgicamente la “impactante violencia” que resultó en la suspensión del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, que se celebraba en el Estadio Libertadores de América en Avellaneda, Buenos Aires. El encuentro fue interrumpido por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera en el minuto 48, cuando el marcador estaba empatado 1-1.
La situación se tornó caótica en las gradas, donde los aficionados de ambos equipos se enfrentaron, arrojando piedras y palos. Según datos recientes proporcionados por el club chileno, el saldo es alarmante: 19 heridos, uno de ellos con riesgo vital, y 97 detenidos en Buenos Aires.
FIFA y autoridades responden a la violencia
Infantino expresó su preocupación a través de un mensaje en sus redes sociales, subrayando que “la violencia no tiene cabida en el fútbol”. Además, enfatizó que los jugadores, aficionados, árbitros y todos los que disfrutan de este deporte “deben poder hacerlo sin miedo”.
El presidente de la FIFA también hizo un llamado a las autoridades competentes para que impongan “sanciones ejemplificadoras” a los responsables de estos actos violentos. “Nuestros pensamientos están con todas las víctimas inocentes”, añadió Infantino.
Reacciones desde Chile y Brasil
En respuesta a estos incidentes, el Ministro del Interior chileno se trasladó a Buenos Aires para abordar la situación. Por su parte, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) también condenó la violencia y pidió a la Conmebol que actúe con rigor en la investigación de los hechos.
La realidad es que la violencia en el fútbol no solo perjudica a los involucrados, sino que mancha el deporte que tanto une a millones. Este incidente es un llamado de atención para todos los actores del fútbol sudamericano con la esperanza de que situaciones como esta no se repitan en el futuro.
