La inflación interanual en Lima Metropolitana se situó en 1,39% durante agosto de 2025, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta cifra refleja una desaceleración notable en el aumento de precios, en un contexto donde el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación mensual de -0,29% frente a julio.
En el acumulado anual, el IPC se ubicó en 1,24%, acercándose al límite inferior del rango meta establecido por el Banco Central de Reserva del Perú (BCR), que oscila entre el 1% y el 3% para este año. Este descenso en la inflación es especialmente notable, ya que agosto generalmente presenta índices más bajos que julio, pero este año la caída fue más pronunciada.
Implicaciones Económicas y Perspectivas
La tasa interanual se mantiene ligeramente por encima de la observada en marzo, pero sigue dentro de los parámetros que el BCR considera consistentes con la estabilidad de precios. El banco anticipa que la inflación cerrará el año en torno al 2,2%.
Para los economistas, la evolución reciente de los precios es motivo de seguimiento. Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, sostiene que la abrupta desaceleración en el ritmo de inflación sobresale tras varios meses de estabilidad. Odar advierte que será crucial determinar si esta tendencia es un efecto puntual, derivado de factores específicos de oferta, o si refleja una disminución en la demanda económica.
Factores Clave y Recomendaciones
Odar explica que, si el descenso se debe a circunstancias temporales en la oferta, entonces podría ser un fenómeno pasajero. Sin embargo, si la baja en la inflación está relacionada con un menor dinamismo en la demanda, esto podría constituir una señal de alerta económica. En tal escenario, el economista sugiere que el BCR debería considerar una reducción en su tasa de interés de referencia.
En julio de 2025, el BCR mantuvo su tasa de referencia en 4,50%, argumentando que la inflación se encontraba estable y que las condiciones monetarias habían permitido mantener la economía alineada con sus objetivos. La tasa real actual, de 2,22%, sigue siendo considerada neutral.
Es pertinente recordar que, según el Marco Macroeconómico Multianual 2026-2029 del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el gasto público no experimentará un crecimiento significativo en los años próximos. Este factor, combinado con la proximidad de las elecciones generales en julio de 2026, genera un panorama incierto para la economía peruana. Ante esto, fomentar el crecimiento a través de tasas de interés más bajas podría mitigar los efectos de una posible desaceleración.
Finalmente, Odar concluye que la posición de la inflación alrededor del 1% no debe ser considerada un riesgo automático; el análisis debe centrarse en las causas del descenso. Si las bajas en los costos de insumos o mejoras en la productividad son responsables, el impacto podría ser transitorio. En cambio, si se relaciona con debilidad en el consumo y la inversión, esto indicaría un entorno económico menos dinámico, lo que requeriría una respuesta de la política monetaria.